¿De qué manera contaminamos el agua en el baño y cómo evitarlo?

Uno de los lugares a los que le prestamos más atención en todo lo relativo al aseo y limpieza es el cuarto de baño, sin embargo, es precisamente en este reducido espacio donde se generan una buena parte de residuos que van a parar a los cuerpos de agua y causan daños en el ambiente.

Entender de qué manera contaminamos el agua y qué podemos hacer para modificar esos hábitos es el primer paso para crear un estilo de vida ecológico y sostenible. Parece poco, pero cualquier acción es importante cuando se trata de proteger el medio ambiente.

¿Cómo contaminamos el agua en el baño?

El cuarto de baño es el espacio de aseo y desechos, y de estas actividades quedan residuos de agua que podemos clasificar en dos tipos: aguas grises, que son las que quedan después del baño o de lavarse las manos o los dientes y contienen sustancias jabonosas y restos de productos de limpieza; y las aguas negras, que son las que quedan del WC y que contienen materias fecales y orina.

El problema de contaminación ocurre cuando:

– Se usa el WC como bote de basura

Hay personas que tienen la costumbre de tirar por el inodoro colillas de cigarrillos, restos de comida, aceites, medicamentos, restos de pintura y solventes, entre otras sustancias. Las plantas de tratamiento no tienen forma de eliminar estos desechos de las aguas servidas, así que van a parar casi intactas al fondo del mar, ríos y lagos subterráneos.

baño

– Se utilizan productos de aseo personal con microplásticos

Hay productos exfoliantes o similares que contienen pequeñas esferas plásticas, que se van por el desagüe y luego van al mar.

Uno de los componentes más preocupantes cuando hablamos de la contaminación de los mares son los microplásticos, estas pequeñas partículas plástica que pueden tardar miles de años en degradarse y que se mantienen flotando en el agua, son tragadas por peces y animales y que se han encontrado en el organismo humano. Aún no sabemos qué efecto exacto pueden tener en la salud humana, pero no son buenas noticias.

– Se usa lejía de forma exagerada

La lejía debe usarse para desinfectar y no para limpiar. Esto es porque al estar compuesta de cloro y sodio, no se degrada y pasa a las corrientes de agua naturales.

lejia

El problema es que la lejía mata todas las bacterias del agua, incluso las benéficas que se encargan de degradar las sustancias orgánicas, así que se agrava el problema de la contaminación.

– Se usan productos no biodegradables

Muchos jabones, detergentes y similares tienen fosfatos y tensioactivos, que no se eliminan en las plantas de tratamiento y se vierten en los cuerpos de agua.

Estos compuestos favorecen el crecimiento y proliferación de algunas algas y si bien no parece problemático, estas plantas consumen el oxígeno del agua y causan un proceso llamado eutrofización, que provoca el aumento de sustancias nutritivas y fitoplancton.

– No se tratan las aguas negras

Cuando hablamos de contaminación del agua en el baño, seguro que lo primero que te viene a la mente es el hecho de que allí eliminamos los residuos orgánicos del cuerpo en forma de heces y orina, y esto puede convertirse en un problema si no se trata de manera adecuada.

Si tu hogar está conectado a una red de drenaje, estos residuos orgánicos serán eliminados por la planta de tratamiento a donde van a parar.

En lugares rurales o remotos no hay conexión a las redes de acueductos, así que se vierten los desechos en pozos negros, con suerte, o directamente en algún lago o el mar.

Esto no sólo destruye el equilibrio del medio ambiente, sino que de directamente causa enfermedades graves a las personas de la comunidad, como cólera, parásitos, diarrea, gastroenteritis y más.

¿De qué manera lo evitamos?

  • Para reducir la manera en la que contaminamos el agua, el tratamiento de las aguas negras es imprescindible. Si no hay conexión a la red de drenaje, la mejor alternativa es invertir en un biodigestor autolimpiable, que es una forma ecológica, sostenible y económica de proporcionar un tratamiento adecuado a las aguas servidas del hogar.

El biodigestor, por medio de un tratamiento anaeróbico, separará el agua de los residuos sólidos, los cuales se irán al fondo. El agua queda arriba pasa por un proceso que la dejará limpia y sin contaminantes, para ser devuelta a la naturaleza sin contaminar y sin poner en riesgo la salud.

  • Por otro lado, evita el uso de exfoliantes y productos con microesferas plásticas. Los reconoces fácilmente, pues tienen apariencia de gel y tienen pequeñas bolitas de plástico azules o de otros tonos. Prefiere aquellos que contienen sustancias naturales, o mejor todavía, utiliza estropajos ecológicos para cuidar tu piel.
  • Utiliza limpiadores biodegradables en la medida de lo posible. Mucho mejor si utilizas sustancias naturales como el bicarbonato de sodio, vinagre, agua oxigenada y otros que son bien eficientes para limpiar y no afectan el medio ambiente.
  • No uses el inodoro para eliminar desechos sólidos como colillas, preservativos, toallas húmedas, algodón o compresas sanitarias. El aceite y otros productos puedes ponerlos en botellas o envases bien cerrados y ponerlos en la basura.
  • Presta atención al tipo de cosméticos, jabones y otros productos de higiene y trata de buscar alternativas ecológicas. Desde cambiar los bastoncitos de algodón por unos hechos en papel o bambú, hasta buscar champú y jabón biodegradable.

Son pequeños cambios que sumados pueden hacer una gran diferencia para conservar el ambiente.

Comments

Leave a Reply

XHTML: You can use these tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>