Desde hace algunos meses se aprecia un fenómeno que ha levantado alertas: la ausencia de lluvia en la sierra central del Perú. Esto preocupa porque de las lluvias estacionales depende el aumento del caudal de los ríos que surten los reservorios que abastecen de agua a la capital. La ausencia de lluvia en Lima preocupa a ciudadanos y productores, pues esto podría afectar directamente la producción de alimentos, además de otras consecuencias negativas. Ante esto, SEDAPAL hace un llamado a la ciudadanía para racionar el agua además de implementar otras estrategias, como el uso de tanques de agua y otras medidas para optimizar el uso del líquido.
¿Por qué hay escasez de lluvia en Perú?
Lima está ubicada en un desierto, por lo que las pocas lluvias no son una sorpresa, pero precisamente por esto el agua que se surte en la ciudad proviene de reservorios que se alimentan de afluentes ubicados en otros lugares. El problema es que el cambio climático, ocasionado por el calentamiento global, ha afectado los periodos de lluvia regulares disminuyendo su frecuencia.
En el pasado mes de septiembre se reportó que las lluvias habían sido escasas en diez regiones de la sierra central y el sur del país, como Áncash, Arequipa, Puno, Huancavelica, Ayacucho, Tacna, Cusco, Apurímac y Moquegua. Esto es relativamente normal, sin embargo los niveles preocupan. Se estimaba que para el pasado mes de Noviembre se lograse almacenar unos 130 millones de metros cúbicos, pero sólo se logró poco más de 100 millones de metros cúbicos.
El problema se extiende a todo el país. De hecho en Conchacotta, ubicada al sur, la laguna que proveía a la comunidad se ha secado, quedando convertida en una planicie de tierra seca. Pero esto no es lo único que se ha visto afectado, pues en esta zona hasta las siembras de papa se han retrasado. El problema es sostenido y no parece tener una solución pronta.
Consecuencias de la falta de lluvia
Quienes habitan la zona metropolitana podrán temer alguna falla en el suministro a futuro, pero esto podría ser el menor de los males. Los productores agrícolas en cambio han estado sufriendo las consecuencias de la falta de lluvia desde el inicio.
En primer lugar, la mayoría de los cultivos nacionales son mantenidos con la técnica de secano, es decir, aprovechando los ciclos de lluvia de la localidad. Precisamente por esto es que el fenómeno de La Niña ha generado sequía en varias zonas del centro y sur de la sierra. Es precisamente en la sierra donde se reúnen la mayor cantidad de productores y cultivo. Se cree que los rubros más afectados por la sequía serán el arroz, quinua, yuca y papa, entre otros.
Por otra parte, la falta de lluvias pueden llevar a los productores a enfrentar situaciones de emergencia porque lo acumulado no alcanzaría a suplir la demanda de agua del regadío, Pero esto no sólo afecta al productor que ha invertido su trabajo y dinero en el campo, sino también a los consumidores finales de estos productos e incluso las exportaciones.
Podemos hacer la diferencia
Si bien no podemos hacer que llueva más, como ciudadanos es posible hacer un cambio en los hábitos y uso del agua. Usar el agua de forma racional puede hacer que el agua que ha sido almacenada rinda por más tiempo. Según la OMS que el consumo diario por persona debería estar entre los 50 y 100 litros diarios, en promedio. El problema es que ha distritos en Lima en los que las personas llegan a gastar has 200 litros diarios.
Los cambios que se pueden implementar son bien sencillos y tanto ciudadanos como productores pueden hacer parte de la campaña “Hora de Valorar el Agua”, impulsada por SEDAPAL y que busca aprender a hacer un uso responsable del recurso.
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Cómo racionar y aprovechar el agua
– Cierra la llave. Si evitas dejar correr el agua mientras te cepillas los dientes, ahorras casi 20 litros. Si cierras la llave cuando te lavas las manos, serán 2.5 litros. Tomar duchas cortas y cerrar la llave, te evitará desperdiciar 40 litros de agua.
– Riega de noche o muy temprano en la mañana: esto evita que la mayoría del agua sea evaporada por el sol, las plantas las aprovechará mejor.
– Cuidado con las aguas servidas. Evita devolver a la tierra el agua residual de cada día. Esto contamina afluentes y hasta los alimentos de la siembra. Mejor hacer que reciban un tratamiento primario y local.
– Usa sistemas de riego eficientes. Considera instalar un sistema de riego por goteo, por ejemplo. Son ecológicos y mantienen los niveles de humedad perfectos.
– Protege tu inversión. No te quedes esperando las lluvias, que pueden que tarden más de lo previsto. L mejor opción es adquirir un tanque de almacenamiento que te permita regar cuando más lo necesites.
Cuida el agua con Rotoplas
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