El papel del almacenamiento de agua en la conservación del medio ambiente

El problema de la conservación y distribución de agua en Perú es un verdadero reto, en primer lugar por la contaminación, pero también por las deficiencias en el alcance y distribución en las áreas con mayor densidad de población.

Para paliar esa situación se hace cada vez más común el uso de tanques de agua, como una solución unifamiliar de abastecimiento pero ¿sabías que los tanques de almacenamiento de agua también juegan un papel importante en la conservación del medio ambiente? Sigue leyendo, que te explicaremos la relación entre un tanque de agua y la conservación medioambiental.

El problema del agua en Perú

La mayoría de las fuentes de agua nacen en las altas montaña del Perú, por lo que están muy cerca de explotaciones mineras. Por esto el agua se contamina con niveles altos y perjudiciales de metales pesados. Según cifras de la ONU, al menos el 31% de la población peruana consume agua contaminada con metales pesados. Por otra parte, la degradación de las cuencas de los ríos es un problema compartido con otros países de la cuenca amazónica.

Si a lo anterior le sumamos que el 60% de la población peruana se encuentra focalizada en la costa, tenemos otro problema pues aunque deberían tener el mayor consumo de agua, apenas tienen acceso al 2% de toda el agua producida en el país, según cifras de ANA, Autoridad Nacional de Agua.

Los niveles de contaminación son apenas la punta del iceberg, pues debemos tener en cuenta el tratamiento de aguas residuales que no siempre es el adecuado antes de devolverse a la naturaleza. En el Perú (y en el resto del mundo) preservar el agua potable es una necesidad.

Biogiestor Rotoplas

Captación pluvial: un as bajo la manga

La captación pluvial o recolección de agua de lluvia es otra estrategia al alcance de todos. El captar agua de lluvia, ya sea mediante un sistema especial instalado para tal fin, como canales y zonas para llevar el agua a un reservorio o solo utilizando un tanque de agua a cielo abierto, resulta una estrategia fundamental para la conservación de agua en el medio ambiente.

El agua de lluvia suele ser agua de calidad, es decir que no está contaminada (a menos que vivas en un lugar con alta densidad de fábricas o industrias que produzcan mucha polución). De todas maneras, el agua de lluvia es ideal para su uso en tareas como riego de jardines, además se puede emplear para lavar patios, autos, la higiene de los espacios en general y hasta para los animales.

Sacar el mayor provecho de la temporada de lluvias

Usar agua obtenida a través de la captación de lluvia reducirá la dependencia del sistema de agua municipal, además de permitirte aprovechar un recurso natural y que puede disminuir la escorrentía de aguas pluviales, lo que minimiza la acción erosiva del suelo además de prevenir la contaminación de fuentes de agua. Como si fuera poco, aprovechar el agua de lluvia también puede ser una fuente adicional de agua en zonas rurales, en las que haya problemas con el acceso a agua de una fuente segura.

Para poder captar agua de lluvia, sin importar el método o sistema usado, hace falta la parte más importante del sistema: un buen tanque de agua, que permitirá la conservación adecuada del recurso para su posterior aprovechamiento. De nada serviría lograr recolectar mucha agua si lo haces en un tanque que no tiene tapa y que puede contaminarse, por ejemplo.

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Almacenamiento y conservación

Uno de los pilares para conservar el agua potable es el tratamiento de aguas servidas, con el uso de biodigestores y otros sistemas para procesar aguas servidas. Otro punto fundamental es el uso y conservación del agua en casa, evitando desperdiciarla o almacenarla de forma inadecuada. Cuando el agua se lleva a contenedores que no están diseñados para protegerla, aislarla y mantenerla limpia, el agua se contamina; haciendo que sea imposible usarla.

Un tanque de agua de calidad, como los tanques de almacenamiento Rotoplas contribuirá a la conservación del agua, ya sea la que adquieres por la red municipal o través de la captación pluvial,  porque:

Evita la contaminación: gracias a su diseño con tapa tipo Click, se evitará el ingreso de partículas y contaminantes del exterior. Esto mantendrá el agua más limpia por más tiempo.

Es opaco y evita el ingreso de rayos UV. Es importante que los rayos del sol no incidan directamente en el interior del tanque, pues estos son necesarios para el crecimiento de algas y otros microorganismos que contaminan el agua almacenada.

Inhibe el crecimiento bacteriano, gracias a su capa interna, los taques Rotoplas inhiben la reproducción de las bacterias, previene la contaminación y permite que el agua se mantenga limpia por mucho más tiempo. Esto evita que se desperdicie, pues no tendrás que vaciar el tanque con frecuencia.

  Es a prueba de fugas. Los tanques Rotoplas están elaborados en polietileno de una sola pieza, por lo que no hay riesgo de roturas y fugas. Así, el agua no se desperdiciará.

Es de gran capacidad. Podrás almacenar más agua por más tiempo, por lo que tendrás este recurso siempre a tu disposición, de forma segura e higiénica. Rotoplas pone a tu disposición tanques de diferentes capacidades, que pueden surtir agua a una familia hasta grupos más grandes.

¿Qué son los residuos agrícolas y como tratarlos?

Toda actividad humana genera residuos de algún tipo y la gestión de los mismos debería ser tomada en cuenta dentro de los planes de desarrollo de cualquier industria. La actividad agrícola es una de las más importantes para el desarrollo humano y por lo tanto, al estar ligada al sector primario de producción, la agroindustria produce grandes cantidades de residuos que deben ser tratados de forma adecuada.

Esto es importante por razones ligadas a la higiene y salud pública, pero también debido a que una gestión inadecuada podría tener un impacto negativo en la capacidad productiva del campo.

¿Qué son los residuos agrícolas?

Lejos de lo que podríamos pensar instintivamente, los residuos agrícolas no siempre son de tipo orgánico, pues es una industria en la que intervienen diferentes procesos. Más allá de la clasificación simple entre inorgánicos y orgánicos, lo importante es destacar que la industria encargada de garantizar la alimentación de la humanidad está en constante aumento y con ello, se hace imprescindible la clasificación adecuada de los subproductos y residuos.

El primer paso para poder crear nuevas estrategias de gestión de residuos es imprescindible conocer qué son los residuos agrícolas, la clasificación de estos y cómo podríamos tratarlos, así que vamos a iniciar este breve viaje a esa parte de la agroindustria que suele pasar desapercibida.

La definición más simple de residuos agrícolas es la que apunta a aquello que queda después del proceso de cultivos, incluyendo la limpieza del campo previa a la preparación de la tierra para plantas y aquellos procesos orientados a controlar plagas e incendios. Un ejemplo puede ser la hierba o madera descartada al limpiar un terreno, las plantas que quedan luego de dar frutos y cumplir sus ciclos, entre otros.

Residuos después de la cosecha

Estos residuos pueden ser voluminosos, por lo que se dificulta un poco su gestión. Estos desechos deben ser retirados, porque interfieren con la reutilización de tierra productiva, atraen plagas y propician incendios. Existen otro tipo de residuos agrícolas, que son los que quedan luego de los proceso industriales y agroalimentarios, por ejemplo aquellos que quedan luego de la producción de aceites, pisco, vinos y otros alimentos.

Si bien puede parecer que el tratamiento de algunos residuos es mucho más simple por su carácter orgánico y hasta biodegradable, la verdad es que no puede dejarse su gestión y descomposición a los procesos naturales. No sólo es un tema de espacio, sino que la acumulación de plantas secas o madera son el terreno perfecto para un incendio, también puede causar un desequilibrio en la población natural de insectos y animales, convirtiendo algunos en plagas por la disponibilidad excesiva de alimento, por ejemplo.

Por otra parte, hay residuos que son parte de esta industria, pero no son biodegradables ni orgánicos. Se utilizan químicos y aceites para la maquinaria, así como el plástico usado para proteger las plantas en invernaderos hasta estructuras para sostener plantas, empaques y otros. Entender esta clasificación es imprescindible para poder crear estrategias para la gestión y hasta aprovechamiento de los residuos.

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Desechos orgánicos e inorgánicos

La gran diferencia entre desechos orgánicos e inorgánicos radica en su origen. Una forma sencilla de clasificarlos es ver que los produce. Los desechos orgánicos son aquellos de origen biológico, es decir, son parte de organismos vivos o aquellos residuos producidos por sus procesos vitales. Este tipo de residuos se descomponen de forma natural y tienen un tratamiento más sencillo, porque se desintegran y regresan a la naturaleza con facilidad, sin alterar demasiado el medio ambiente.

Los desechos inorgánicos no tienen un origen biológico. Por esta causa si llegasen a descomponerse, lo harán de forma mucho más lenta. Hay algunos que simplemente no se degradan, permanecen incólumes, así que se han convertido en un gran problema para el mantenimiento del equilibrio biótico, además de ser simple contaminación. El mayor ejemplo de esto es el plástico, un material creado por el hombre y que tiene un impacto ambiental negativo porque se acumula, creando islas y montañas de residuos y que convertido en microplásticos, está convirtiéndose en un intruso en el mar, animales y hasta en los humanos.

¿Qué podemos hacer con los residuos agrícolas?

Desde el año 2012 existe en Perú un Reglamento de Manejo de los Residuos Sólidos del sector agrario, aprobado por la Presidencia de la República. En este se estipula claramente los protocolos a seguir para el manejo de los residuos agrícolas, con políticas orientadas al reaprovechamiento de los residuos, minimizar su cantidad y una gestión adecuada de aquellos que no sean biodegradables. Asimismo, se prohíbe expresamente la quema de estos desechos.

La quema de residuos agrícolas es una práctica muy extendida en el país (y que también ocurre en el resto de Latinoamérica) que es muy riesgosa. No sólo produce incendios forestales, sino que se contamina el aire, el agua y pone en peligro a quienes inhalan el humo de estos incendios que suelen incluir plásticos y otros materiales.

Algunos restos vegetales o de cosechas pueden aprovecharse como forraje para animales. También puede usarse para mejorar y enriquecer la textura del suelo y reducir la erosión a través de la composta. Pero una de las propuestas más empleadas es el uso de estos desechos orgánicos para compostaje, pues son una gran fuente de carbono.

En el caso de plásticos y otros, como los envases de agroquímicos, existe una campaña de manejo responsable de estos residuos. Se busca que el agricultor pueda para separar, clasificar, lavar y llevar a centros de acopio, en donde les pueden dar una remuneración económica por los mismos. Estos envases se recolectan para su reciclaje en materiales de construcción pero otros, al haber estado en contacto con sustancia tóxicas, no pueden ser reciclados para su uso en productos para el consumo animal o humano.

El objetivo es lograr que estas alternativas de manejo responsable, que permiten el reaprovechamiento de estos residuos, calen cada vez más en las costumbres del agricultor y permita que estos residuos agrícolas se conviertan en un activo, que enriquezca la agroindustria, en vez de seguir siendo un problema para el medio ambiente.

Biodigestor: la opción ideal para el tratamiento de agua residual

Perú es un país maravilloso, pero en lo que se refiere a seguridad hídrica es imposible obviar la gran paradoja: somos una potencia mundial en recursos hídricos, pero al mismo tiempo, una gran parte de la población no tiene un acceso constante al agua. El problema es que la falta de suministro de agua domiciliario viene acompañada de deficiencias en el sistema de saneamiento y tratamientos de agua residual.

Las estadísticas de SEDAPAL (Informe Anual del Servicio de Aguas de Lima) informan que sólo en Lima, el 10% de la población vierte sus desechos directamente en el medio ambiente y esta cifra aumenta exponencialmente cuando hablamos de otras regiones más rurales. Lo ideal sería que los entes gubernamentales invirtieran más en el saneamiento, pero hasta que esto no ocurra, existe la opción ideal para el tratamiento de agua residual: El Biodigestor Rotoplas.

Biodigestor Rotoplas

¿Por qué escoger un biodigestor?

Cuando no hay acceso a las redes de alcantarillado y tratamiento de agua residual, existen unas pocas opciones. La más simple también es la más perjudicial, tirar los desechos en la naturaleza resulta contraproducente para todos. A corto plazo puede causar problemas con insectos, malos olores y plagas, además contamina las fuentes de agua superficiales y subterráneas. Esto se traduce en enfermedades como cólera, diarreas, gastroenteritis, entre otras parasitosis y más.

Otras opciones de tratamiento casero de aguas servidas incluyen la instalación de sistemas de tratamiento autónomos, como pozos negros o fosas sépticas. Todo parece estar bien, pero la verdad es que estos sistemas no son eficientes para hacer un tratamiento de las aguas negras, son costosos y pueden tener problemas de construcción, causando derrames y fisuras. Como consecuencia, los desechos se filtran al ambiente sin tratar y se repite el ciclo de contaminación y enfermedad.

La necesidad de implementar un sistema realmente independiente, ecológico, autosustentable y que además fuese eficiente fue lo que hizo posible el desarrollo del Biodigestor Rotoplas. Esta es la verdadera alternativa para el tratamiento primario de aguas residuales. Gracias a sus características el biodigestor es económico, duradero y amable con el medio ambiente, no requiere mantenimiento especializado y es fácil de instalar; por lo que se convierte en una inversión sólida que cuidará la salud de tu familia y de la naturaleza.

Las ventajas del biodigestor Rotoplas

Los biodigestores Rotoplas se encargan de recibir las aguas residuales de la residencia y realiza un tratamiento primario. Primero retiene estos residuos y los degrada en su interior. Todo esto ocurre de forma natural, gracias a una reacción anaeróbica de la materia orgánica. El agua que resulta de este proceso se infiltra en el terreno a través de una zanja de infiltración o un pozo de absorción. El proceso ocurre sin tu intervención y esto en parte es lo que nos ofrece tantos beneficios:

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– No requiere electricidad, químicos ni combustible

Funciona por rebalse, sin necesidad de bombas de agua, electricidad ni combustibles. El proceso es natural, ocurre en el interior del tanque gracias a unas bacterias y el efecto de rebalse: a medida que entra agua, va saliendo por otro extremo el agua tratada hacia el campo de infiltración.

– Seguro y resistente

Está hecho para durar varias décadas. Al estar elaborado en polietileno de alta densidad 100% virgen, no hay riesgo de roturas ni derrames.

– Es autolimpiante

Olvídate de contratar personal profesional para la limpieza y mantenimiento de pozos sépticos. El biodigestor está hecho para que cualquier persona pueda hacer su limpieza. Basta con abrir la llave de lodos una o dos veces al año.

– Hay de diferentes capacidades

Podrás escoger el biodigestor que mejor se adapte a las necesidades de tu hogar, en cuanto a número de baños, personas que habitan la vivienda, entre otros. Elige entre un biodigestor de 600L a uno de 7000L.

– Práctico e higiénico

Olvídate de malos olores que se escapan, fugas, plagas e insectos. El biodigestor se cierra de forma hermética, se instala bajo tierra y seguirá haciendo su trabajo silenciosamente.

– Fácil de instalar

Transportar un biodigestor es bien sencillo. Sólo hace falta cavar, colocar, nivelar y conectar. No hay paredes que construir, así que invertirás menos tiempo, personal y dinero en materiales y mano de obra. ¿La mejor parte? Se puede instalar en algunas horas.

Es ecológico

No utiliza químicos para hacer el tratamiento de las aguas negras, sino que aprovecha un proceso natural con bacterias anaerobias. El agua que se devuelve al ambiente está libre de estos desechos orgánicos y no contaminará los mantos freáticos ni las fuentes superficiales de agua.

Biodigestor Rotoplas

Si resides en un espacio donde no hay acceso a los sistemas municipales de tratamiento, no lo dudes más: el biodigestor es la alternativa con la mejor relación de costo y eficiencia. Cuida de tu familia y de tu comunidad con un biodigestor.

 

Conocer Rotoplas, líder en fabricación de tanques industriales

Para la fabricación de tanques industriales, Rotoplas ha sido un líder en el mercado durante más de cuarenta años. El almacenamiento en el campo y la industria requiere de una impecable calidad en la fabricación para mantener la higiene y calidad en alimentos y líquidos, ya que muchas veces son utilizados para consumo. Es por ello que resulta crucial que los tanques utilizados para estos fines sean los mejores y con los más altos estándares.

Los tanques en la industria pueden tener gran cantidad de usos y funciones, por lo que se debe encontrar el más adecuado para lo que se requiere. Son principalmente hechos de polietileno, ya que es un material durable que no fomenta el crecimiento de bacterias, sobre todo si son de color gris o negro. Estos colores, no permiten el paso de los rayos de sol, haciendo que no se genere fotosíntesis en los microorganismos que puedan existir naturalmente en el agua o los alimentos almacenados.

Producción agrícola

La fabricación de tanques industriales es muy variada, por lo que la mejor opción para comenzar es conocer un poco de cada una de las funciones más comunes. De igual forma, se puede pedir una cotización en la sección de agroindustria en la página de Rotoplas.

Tolva Rotoplas

Diferentes funciones de tanques industriales

Hay una gran variedad de tanques industriales con diferentes funciones, que gracias a la tecnología en fabricación, se pueden adaptar a diferentes usos como almacenamiento de agua, alimento o químicos. Muchos de ellos se pueden adaptar para las funciones y requerimientos de cada industria, sobre todo para el uso que se le vaya a dar. Cada industria, cultivo y ganado es diferente, por lo que es importante utilizar el tanque que mejor se adapte a esas necesidades.

  1. Almacenamiento de agua

En la industria, los tanques pueden tener diferentes funciones. Principalmente, los tinacos o tanques de agua tienen la misma función que en las casas—almacenar grandes cantidades de agua—aunque son por lo general de mayor capacidad, dependiendo en dónde se utilicen y sobre todo la función que tendrá esa agua. Este tipo de tanques o tinacos son los más conocidos y tienen la simple función de almacenar agua para uso inmediato. El agua que se utiliza en una fábrica o para bebederos de animales, requiere de este tipo de tanques para mantenerse a la mano.

  1. Transporte de agua y fertilizantes

Este tipo de tanques son muy parecidos a los que se instalan en los techos de las casas (en otros países llamados tinacos), pero no tienen conectores para salida y entrada de agua, simplemente una tapa. Pueden variar de tamaño según se requiera y son muy seguros para transportar agua y fertilizantes. Los diferentes tamaños son muy útiles para también el tipo de transporte que se tenga, de forma que los más pequeños pueden transportarse desde una camioneta de carga, y los más grandes si se utilizará otro transporte más grande.

Estos tanques en el campo también pueden utilizarse para almacenamiento de fertilizantes y melazas. En a fabricación de tanques industriales se utiliza principalmente el polietileno, siendo un material muy durable, que inhibe los rayos ultravioleta del sol, sobre todo si son color gris o negro. Este material también garantiza un agua segura y limpia, además de requerir poco mantenimiento.

  1. Almacenamiento de químicos

La industria química es muy amplia y estas sustancias son muy diversas. Muchas de ellas pueden ser tóxicas para personas o animales y requieren manejarse con extremo cuidado.

Los tanques nodriza son especialmente buenos para esta función. Su forma horizontal los hace muy cómodos para transporte o almacenamiento de químicos o alimentos. Igualmente se fabrican de polietileno de alta calidad, por lo que protegen el interior contra rayos ultravioleta y no fomentan el crecimiento de bacterias. Son fáciles de instalar y de transportar.

  1. Almacenamiento de alimentos, granos, y semillas

Otra función dentro de la fabricación de tanques industriales es el almacenamiento de alimentos. Sobre todo, en la agroindustria, se debe almacenar adecuadamente los diferentes tipos de alimentos para cada tipo de ganado.

Las tolvas son tanques cónicos hechos para contener principalmente sólidos, pero sobre todo disolver, dosificas e incluso, clasificar dichos sólidos. Pueden utilizarse para contener desde semillas, alimento, grano, hasta desechos o piedras. Son equipos multipropósito que son útiles para cualquier industria.

Para el almacenamiento de alimentos, granos, y semillas, se pueden utilizar muchos tipos de tanques, no solamente las tolvas. Realmente lo más importante es analizar la función que se requiere, así como el tipo de alimento o semilla y se puede utilizar un tanque horizontal, vertical o de cualquier otro que facilite el trabajo en la fábrica o granja.

  1. Tanques para pisco y vino

Aunque el pisco y vino pueden considerarse líquidos requieren un tipo de tanque especial y de preferencia no usar el mismo que se utiliza para agua o alimentos. La fabricación de pisco y vino lleva todo un proceso especial que le da un sabor y olor especial, por lo que se requiere que se mantenga hasta su embotellamiento.

Los tanques industriales de Rotoplas se pueden utilizar para mantener las características físicas de estas bebidas, sobre todo su sabor y olor. Para lograrlo, se hacen de color blanco para que no contengan pigmentos que puedan afectar a la bebida, y de polietileno y materiales 100% vírgenes. No se oxidan ni corroen, y logran mantener grandes cantidades de grados de alcohol y productos con densidad de hasta 1.9 kilos sobre decímetros cúbicos. Su diseño permite fácil instalación y equipamiento.

Procesos para tratar el agua: Conoce el biodigestor

Cada vez que usas agua para alguna actividad, se desecha una cantidad igual o similar de agua pero cargada con desechos, detergentes o partículas contaminantes.

Conocidas como aguas residuales domésticas, aguas negras o grises (dependiendo de su origen), deberán recibir algún tratamiento para eliminar esos agentes externos antes de ser devueltas a la naturaleza; así evitar contaminar las fuentes de agua destinadas al consumo humano con bacterias, virus y patógenos, entre otros.

lava inteligente

Para lograr este cometido  existen diversos procesos para tratar el agua.

Si estás conectado a la red de acueducto municipal, las aguas negras corren hasta una planta donde reciben tratamiento y de allí se devuelven al mar. Pero, ¿qué sucede si estás en un lugar muy remoto? En este caso hay algunas alternativas de tratamiento independientes, pero la más ecológica y eficiente es el Biodigestor Rotoplas.

Los procesos para tratar aguas servidas

El tratamiento de las aguas negras no es tan simple como pasarlas por un filtro o un aparato similar. No sólo porque se maneja volúmenes importantes de agua, por lo que un sistema de filtrado y purificación sería ineficiente a nivel de costos, sino porque tienen distintos tipos de sustancias contaminantes que no deben ingresar a la naturaleza.

Podríamos afirmar que los procesos para tratar aguas pueden clasificarse en 3 tipos: físicos, químicos y biológicos. Para poder eliminar los contaminantes de las aguas servidas de forma adecuada, se deben someter a un proceso que comprende tres etapas principales:

  • Tratamiento Primario: se encarga de separar y retener los sólidos suspendidos en el agua. Esto se hace dejando reposar las aguas, pues por acción de la física, los sólidos tienden a separarse y flotar. En las plantas de tratamiento grandes este es un proceso mecánico, que se hace con una máquina que reduce los aceites, grasa, arena otros desechos sólidos.
  • Tratamiento secundario: es el tratamiento biológico de aquellos sólidos de origen orgánico que quedan suspendidos. Para esto se pueden emplear fangos activos, camas de oxidación o reactores biológico, entre otros.
  • Tratamiento terciario: en este paso, una vez los sólidos orgánicos han sido degradados, el agua que queda se filtra y/o desinfecta antes de retornarse a la naturaleza. En las plantas municipales se le añaden químicos a las aguas para eliminar patógenos, minerales y otros.

Aún cuando el tratamiento de aguas servidas se haga de forma autónoma, es importante pasar por estas 3 etapas, pues es la única forma de garantizar que contaminantes y patógenos no se integren a la naturaleza, contaminando las aguas destinadas al consumo humano y causando graves enfermedades.

De hecho, esta es la razón por la que los métodos de tratamiento antiguos resultan ineficientes, pues no son capaces de cumplir con todas las etapas de tratamiento.

Algunos pozos negros y fosas sépticas, por ejemplo, no hacen tratamiento secundario eficiente, sino que se confía en la capacidad de filtrado del terreno y además deben vaciarse cada cierto tiempo con maquinaria especial, lo que termina siendo costoso además de poco amables con el ambiente.

Sólo hay un sistema de tratamiento de aguas residuales autónomo que es capaz de conjugar eficiencia con ecología: el Biodigestor Rotoplas.

El Biodigestor Rotoplas: la opción más eficiente

Un biodigestor Rotoplas es un sistema que hace el tratamiento de las aguas residuales domésticas de forma autónoma y eficiente, que al ser instalado de forma adecuada, es capaz de cumplir con todas las etapas requeridas para tratar las aguas servidas.

Conoce cómo se purifica el agua a través de osmosis inversa-01

El biodigestor Rotoplas es una solución ecológica, eficaz y económica que permitirá resolver el problema de las aguas servidas sin causar un impacto negativo al medio ambiente y a la salud de la comunidad.

El biodigestor retiene las aguas residuales, las encierra dentro del contenedor hermético elaborado en polietileno de alta densidad 100% virgen, que estará bajo tierra (lo que garantizará que no haya fugas ni olores desagradables) y a través de un proceso anaeróbico que implica el trabajo de unas bacterias, se degrada la materia orgánica de forma natural.

No hace falta añadir ningún químico ni hacer ningún otro proceso. El biodigestor se encargará de todo el proceso. Luego se liberan esas aguas tratadas a un terreno a través de una zanja de infiltración, que complementará la última etapa de tratamiento.

Los lodos que se depositan en el biodigestor deberán ser eliminados cada año. Este proceso de mantenimiento no requiere equipo especializado ni personal profesional. Cualquiera puede abrir la llave y hacer el mantenimiento.

Esto es porque una de las características más importantes del biodigestor Rotoplas es ser autolimpiable, lo que te permitirá ahorrar en gastos de mantenimiento adicionales.

El Biodigestor Rotoplas utiliza un proceso 100% natural, en el que no intervienen productos químicos ni se requiere ningún tipo de electricidad o combustible para su funcionamiento.

Esto lo convierte en un producto respetuoso con el medio ambiente, no sólo porque devuelve a la naturaleza el agua sin contaminantes químicos u orgánicos, sino porque es sostenible y completamente autónomo. A diferencia de otros productos, no hace falta tener activadores, químicos ni aceleradores de bacterias.

Si estas en búsqueda de una solución para el tratamiento de aguas residuales que te permita hacer un uso eficiente de tu presupuesto y que funcione de verdad, los biodigestores son justo lo que necesitas.

Además, hay distintos tamaños y capacidades, por lo que será sencillo encontrar uno que responda a tus necesidades particulares. No dudes más: un biodigestor es la opción más responsable con tu comunidad y con la naturaleza.

 

Biodigestor: la opción ideal para el tratamiento de agua residual

El tratamiento de agua residual es la eliminación de impurezas de las aguas que son utilizadas antes de que lleguen a acuíferos o cuerpos de agua naturales como ríos, lagos, estuarios y océanos. Conoce cómo un Biodigestor trata ese tipo de aguas, cuáles son sus características y sus ventajas.

Agua contaminada y agua residuales

El agua se encuentra contaminada cuando contiene suficientes impurezas que la hacen no apta para un uso o para que haya vida en ella.

Biogiestor Rotoplas

La contaminación del agua es causada principalmente por el drenaje de aguas residuales contaminadas en aguas superficiales o subterráneas.

Las aguas residuales son las aguas contaminadas  generadas por la escorrentía del agua de lluvia y las actividades humanas. Por lo general, se clasifica según la forma en que se genera, es decir que pueden ser aguas residuales domésticas, industriales o pluviales.

En el pasado…

Muchas ciudades antiguas tenían sistemas de drenaje, pero estaban destinados principalmente a llevar el agua de lluvia que provenía de techos y aceras. Algunos ejemplos los vemos en los avanzados sistemas de drenaje que existían en la antigua Roma. Pues incluía muchos conductos de superficie que estaban conectados a un gran canal abovedado que fungía como una gran alcantarilla. Con el paso del tiempo, esos sistemas se fueron modificando hasta llegar a innovadoras soluciones como las que tenemos hoy en día.

¿Qué contienen las aguas residuales?

Las aguas residuales contienen una amplia gama de contaminantes. Las cantidades y concentraciones de estas sustancias dependen de su fuente.

desperdicio de agua

Los contaminantes generalmente se clasifican en físicos, químicos y biológicos. Los contaminantes comunes incluyen materiales orgánicos complejos, sustancias químicas, compuestos ricos en nitrógeno y fósforo y organismos patógenos como bacterias, virus y protozoos.

¿Cómo se procesan y tratan las aguas residuales?

Las instalaciones de tratamiento de aguas residuales utilizan procesos físicos, químicos y biológicos para la purificación del agua. Los procesos utilizados en estas instalaciones también se clasifican en preliminares, primarios, secundarios y terciarios. En ellas se eliminan sólidos en suspensión, compuestos orgánicos suspendidos y disueltos.

En las últimas etapas se eliminan los nutrientes y se realiza un proceso de desinfección, que destruye los patógenos restantes.

Durante estos procesos se genera un lodo residual, que se estabiliza, deshidrata y envía por separado a vertederos.

Sin embargo, en muchas localidades no existe acceso al tratamiento de aguas residuales. En estas áreas los biodigestores resuelven los problemas de contaminación.

¿Se pueden obtener recursos de las aguas residuales?

Como adelantamos, las aguas residuales son una mezcla compleja de metales, nutrientes y productos químicos especializados. La recuperación de estos materiales puede servir cómo fertilizante para la tierra.

¿Qué es un Biodigestor?

El Biodigestor es un sistema que permite dar un primer tratamiento las aguas residuales donde no existe acceso a la red municipal de alcantarillado. Actúa por medio de un proceso de digestión anaerobia, por el cual los sólidos orgánicos se descomponen en sustancias, destruyendo los patógenos y facilitando la deshidratación o el secado del lodo. El lodo digerido se emplea como abono para macetas o cultivos.

Biodigestor Rotoplas

Características del Biodigestor Autolimpiable Rotoplas

El Biodigestor Autolimpiable es un sistema para el saneamiento, ideal para viviendas que no cuentan con servicio de drenaje en red.

El sistema recibe las aguas residuales domésticas y realiza un tratamiento primario del agua, favoreciendo el cuidado del medio ambiente y evitando la contaminación de mantos freáticos.

En zonas que cuentan con red de alcantarillado ayuda a que el drenaje se libere evitando su obstrucción y haciendo más rápido el tratamiento posterior del agua.

Se consigue en diferentes capacidades: 600, 1300, 3000, 7000 litros.

Ventajas del Biodigestor Autolimpiable de Rotoplas

Innovación y eficiencia. Su desempeño es superior al de una fosa séptica debido a que realiza un tratamiento primario de las aguas residuales mediante un proceso anaerobio.

Bajo mantenimiento. Es un sistema Autolimpiable, donde al abrir una llave se extraen los lodos residuales. No tiene costo de mantenimiento, no es necesario utilizar equipo especializado para el desazolve.

Amigable con el entorno. Es una solución sustentable, cuida el medio ambiente al prevenir la contaminación de mantos freáticos.

Hermético e higiénico. Construido en una sola pieza evita fugas, olores y agrietamientos. Es ligero y fuerte, ofreciendo una alta resistencia a impactos y a la corrosión.

Funcionamiento y mantenimiento

El Biodigestor Autolimpiable Rotoplas cuenta con un sistema de funcionamiento muy sencillo. El agua entra al tanque por un tubo, El líquido se dirige dentro del tubo hasta el fondo del tanque, donde las bacterias empiezan la descomposición. Luego el agua sube por un segundo tubo y pasa por un filtro, donde los microorganismos adheridos al material filtrante retienen otra parte de la contaminación. Finalmente, el agua tratada sale por un tercer tubo y se descarga en un pozo de absorción o zanja de infiltración según el tipo de suelo.

El mantenimiento del Biodigestor Rotoplas es muy sencillo. Todos los años se debe abrir la válvula para que el lodo acumulado y digerido, fluya al Registro de Lodos. Una vez hecha la purga, cierra la válvula y manténla así hasta el siguiente mantenimiento.

Los lodos son espesos y negros. Esto tardará de 3 a 10 minutos. Si vuelve a salir lodo café, cierra la válvula, esto significa que ya salió todo el lodo digerido.

Se pueden reusar los lodos como abono de plantas o mejorador de suelo siempre que se encuentre seco. Pero recuerda: no se debe reutilizar el lodo para cultivar hortalizas.