Biodigestor: la opción ideal para el tratamiento de agua residual
Perú es un país maravilloso, pero en lo que se refiere a seguridad hídrica es imposible obviar la gran paradoja: somos una potencia mundial en recursos hídricos, pero al mismo tiempo, una gran parte de la población no tiene un acceso constante al agua. El problema es que la falta de suministro de agua domiciliario viene acompañada de deficiencias en el sistema de saneamiento y tratamientos de agua residual.
Las estadísticas de SEDAPAL (Informe Anual del Servicio de Aguas de Lima) informan que sólo en Lima, el 10% de la población vierte sus desechos directamente en el medio ambiente y esta cifra aumenta exponencialmente cuando hablamos de otras regiones más rurales. Lo ideal sería que los entes gubernamentales invirtieran más en el saneamiento, pero hasta que esto no ocurra, existe la opción ideal para el tratamiento de agua residual: El Biodigestor Rotoplas.
¿Por qué escoger un biodigestor?
Cuando no hay acceso a las redes de alcantarillado y tratamiento de agua residual, existen unas pocas opciones. La más simple también es la más perjudicial, tirar los desechos en la naturaleza resulta contraproducente para todos. A corto plazo puede causar problemas con insectos, malos olores y plagas, además contamina las fuentes de agua superficiales y subterráneas. Esto se traduce en enfermedades como cólera, diarreas, gastroenteritis, entre otras parasitosis y más.
Otras opciones de tratamiento casero de aguas servidas incluyen la instalación de sistemas de tratamiento autónomos, como pozos negros o fosas sépticas. Todo parece estar bien, pero la verdad es que estos sistemas no son eficientes para hacer un tratamiento de las aguas negras, son costosos y pueden tener problemas de construcción, causando derrames y fisuras. Como consecuencia, los desechos se filtran al ambiente sin tratar y se repite el ciclo de contaminación y enfermedad.
La necesidad de implementar un sistema realmente independiente, ecológico, autosustentable y que además fuese eficiente fue lo que hizo posible el desarrollo del Biodigestor Rotoplas. Esta es la verdadera alternativa para el tratamiento primario de aguas residuales. Gracias a sus características el biodigestor es económico, duradero y amable con el medio ambiente, no requiere mantenimiento especializado y es fácil de instalar; por lo que se convierte en una inversión sólida que cuidará la salud de tu familia y de la naturaleza.
Las ventajas del biodigestor Rotoplas
Los biodigestores Rotoplas se encargan de recibir las aguas residuales de la residencia y realiza un tratamiento primario. Primero retiene estos residuos y los degrada en su interior. Todo esto ocurre de forma natural, gracias a una reacción anaeróbica de la materia orgánica. El agua que resulta de este proceso se infiltra en el terreno a través de una zanja de infiltración o un pozo de absorción. El proceso ocurre sin tu intervención y esto en parte es lo que nos ofrece tantos beneficios:
– No requiere electricidad, químicos ni combustible
Funciona por rebalse, sin necesidad de bombas de agua, electricidad ni combustibles. El proceso es natural, ocurre en el interior del tanque gracias a unas bacterias y el efecto de rebalse: a medida que entra agua, va saliendo por otro extremo el agua tratada hacia el campo de infiltración.
– Seguro y resistente
Está hecho para durar varias décadas. Al estar elaborado en polietileno de alta densidad 100% virgen, no hay riesgo de roturas ni derrames.
– Es autolimpiante
Olvídate de contratar personal profesional para la limpieza y mantenimiento de pozos sépticos. El biodigestor está hecho para que cualquier persona pueda hacer su limpieza. Basta con abrir la llave de lodos una o dos veces al año.
– Hay de diferentes capacidades
Podrás escoger el biodigestor que mejor se adapte a las necesidades de tu hogar, en cuanto a número de baños, personas que habitan la vivienda, entre otros. Elige entre un biodigestor de 600L a uno de 7000L.
– Práctico e higiénico
Olvídate de malos olores que se escapan, fugas, plagas e insectos. El biodigestor se cierra de forma hermética, se instala bajo tierra y seguirá haciendo su trabajo silenciosamente.
– Fácil de instalar
Transportar un biodigestor es bien sencillo. Sólo hace falta cavar, colocar, nivelar y conectar. No hay paredes que construir, así que invertirás menos tiempo, personal y dinero en materiales y mano de obra. ¿La mejor parte? Se puede instalar en algunas horas.
Es ecológico
No utiliza químicos para hacer el tratamiento de las aguas negras, sino que aprovecha un proceso natural con bacterias anaerobias. El agua que se devuelve al ambiente está libre de estos desechos orgánicos y no contaminará los mantos freáticos ni las fuentes superficiales de agua.
Si resides en un espacio donde no hay acceso a los sistemas municipales de tratamiento, no lo dudes más: el biodigestor es la alternativa con la mejor relación de costo y eficiencia. Cuida de tu familia y de tu comunidad con un biodigestor.