¿Cuáles son los desafíos de agua en Perú?
Perú es un país maravilloso, de contrastes geográficos y climáticos extremos; salpicado con vastos desiertos costeros, altas montañas y exuberantes selvas tropicales. Esta diversidad geográfica tiene un impacto directo en la disponibilidad y gestión del agua. Aunque Perú posee aproximadamente el 4% de los recursos hídricos del planeta, estos recursos no están equitativamente distribuidos a la vez que el cambio climático afecta la disponibilidad del agua. No son pocos los desafíos del agua en Perú, pero con la ayuda de Rotoplas es posible encontrar alternativas reales e inmediatas para mejorar el acceso al agua para todos.
Problemática del agua en Perú
La mayor parte del agua se encuentra en la cuenca amazónica peruana, que alberga una pequeña proporción de la población del país, mientras que la costa árida, donde se concentra la mayoría de la población y la actividad económica, enfrenta serios problemas de escasez. Si a esto le sumamos las numerosas crisis políticas vividas en la última década, marcadas por la corrupción de sus gobernantes, tenemos la receta perfecta para desafíos de grandes proporciones, en los que una buena parte de la población no tiene acceso a la red pública de agua ni al alcantarillado.
No es una exageración: se estima que el 10% (3,3 millones) de la población no cuenta con una red pública de agua y el 23% (6,4 millones) no tiene conexiones de alcantarillado. Sólo el 62% de las aguas negras reciben tratamiento adecuado. Estas personas compensan esta carencia comprando agua a camiones que llenan pipas al doble del precio. Muchos hacen sus necesidades en retretes que desembocan a pozos negros o directamente en la naturaleza, con todos los problemas de salubridad que esto acarrea.
El CEPLAN (Centro Nacional de Planeamiento Estratégico) proyecta que para 2030 el 58% de la población peruana vivirá en áreas con escasez de agua. En la actualidad Perú se encuentra en el puesto 66 del ranking de países con estrés hídrico, lo que deja en manifiesto su vulnerabilidad en esta materia. The City Water Index indica que Trujillo. Lima y Arequipa son de las ciudades del mundo con mayor peligro de sufrir estrés hídrico.
¿Y qué pasa en Lima?
Lima, la capital de Perú, es la segunda ciudad más grande del mundo construida en un desierto, después de El Cairo. Este simple hecho convierte la gestión del agua en un desafío. Con una población que supera los 10 millones de habitantes, Lima enfrenta una crisis hídrica que empeora con el tiempo debido a factores como el cambio climático, el crecimiento poblacional y la mala gestión de los recursos. Esta crisis se manifiesta con:
– Escasez de Agua
Lima recibe muy poca precipitación anual, menos de 10 milímetros, lo que obliga a la ciudad a depender de fuentes de agua distantes como los ríos Rímac, Chillón y Lurín, que nacen en los Andes. Estos ríos no solo abastecen a Lima sino también a otras ciudades y áreas agrícolas en su camino. Durante los meses secos, el caudal de estos ríos disminuye drásticamente, lo que exacerba la escasez de agua.
– Contaminación de los Recursos Hídricos
La contaminación del agua es un problema grave en Lima. Los ríos que abastecen la ciudad están contaminados por descargas industriales y domésticas sin tratamiento adecuado. Según estudios, aproximadamente el 80% de las aguas residuales de Lima no recibe un tratamiento adecuado antes de ser vertidas en cuerpos de agua, lo que contamina las fuentes de agua potable y pone en riesgo la salud pública.
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– Infraestructura Inadecuada
La infraestructura hídrica de Lima es insuficiente y está destruida por el paso del tiempo. Muchas áreas urbanas y rurales no tienen acceso a agua potable y saneamiento adecuados. Las fugas y el desperdicio de agua son comunes debido a tuberías viejas y mal mantenidas. En una entrevista, Francisco Dumler (ex-Presidente de SEDAPAL) señaló que de cada 100 litros de agua que SEDAPAL produce en sus plantas, apenas 67.5 litros llegan a los hogares de Lima. Además, la falta de almacenamiento adecuado de agua limita la capacidad de los ciudadanos para hacer frente a los períodos de sequía.
– Impacto del Cambio Climático
El cambio climático altera los patrones de precipitación y acelera el derretimiento de los glaciares andinos, una fuente crucial de agua para los ríos que abastecen a Lima. Al reducirse los glaciares, disminuye el flujo de agua en la estación seca, lo que empeora la escasez de agua y aumenta la vulnerabilidad hídrica de la ciudad.
La solución: Visión a futuro y posibles alternativas
El Banco Mundial, luego de hacer un estudio exhaustivo de la problemática del agua, hizo una propuesta con acciones concretas y estratégicas que permitirían fortalecer la seguridad hídrica del país. Son 9 puntos bien específicos, pero que podríamos resumir en:
– Gestión Integral de los Recursos Hídricos
Se debe adoptar un enfoque de gestión integral de los recursos hídricos que considere todas las fuentes de agua disponibles y sus usos, incluyendo la gestión coordinada de aguas superficiales y subterráneas, así como la conservación y protección de las cuencas hidrográficas.
– Mejora de la Infraestructura
Invertir en la modernización y expansión de la infraestructura hídrica resulta fundamental para reducir las pérdidas de agua y mejorar el acceso al agua potable. Esto incluye la reparación y sustitución de tuberías viejas, la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales y la creación de sistemas de almacenamiento de agua más eficientes, como embalses y cisternas.
– Implementar tecnologías de Reutilización y Desalinización
El uso de tecnologías avanzadas para la reutilización de aguas residuales tratadas puede aliviar la presión sobre las fuentes de agua dulce. La desalinización del agua de mar también es una opción viable, especialmente para una ciudad costera como Lima.
– Conservación y Uso Eficiente del Agua
Es necesario promover la conservación del agua y el uso eficiente en todos los sectores. Esto puede lograrse a través de campañas de sensibilización pública, implementación de tarifas de agua basadas en el consumo y promoción de tecnologías y prácticas de ahorro de agua en hogares, industrias y agricultura.
– Protección de Ecosistemas y Cuencas
Es necesario invertir en la protección y restauración de los ecosistemas naturales que regulan el ciclo del agua. Esto puede hacerse con la reforestación de cuencas hidrográficas, protección de humedales y gestión sostenible de los suelos.
Soluciones para combatir la escasez de agua
La inmensa mayoría de las soluciones propuestas son a largo y mediano plazo, además que son estructurales y pocas involucran de forma directa a la población. Estas gestiones son necesarias y garantizarán un mejor panorama, pero poco harán por el problema inmediato: la escasez de agua, la falta de conexión directa a las redes de agua y al alcantarillado. Frente a esto es necesario que cada familia aprenda a gestionar el almacenamiento de agua potable, su distribución y hasta el tratamiento de desechos.
Contra la escasez de agua:
Los tanques de agua Rotoplas permitirán tener un suministro constante de agua, en cantidades suficientes para satisfacer todas las necesidades de la familia. Los tanques Rotoplas también permiten almacenar agua por más tiempo, pues la mantendrá limpia y evitará la proliferación de bacterias gracias a su tecnología y diseño.
Para el tratamiento de aguas servidas:
El biodigestor Rotoplas es la solución más sencilla, independiente y autosustentable que hará el tratamiento primario de las aguas servidas en casa. Con una instalación bastante sencilla, apenas requiere que se vacíen los lodos un par de veces al año, sin necesidad de maquinaria especializada.
Para tener servicio continuo de agua
Una vez instalado un tanque de agua, contar con una bomba hidráulica Rotoplas permitirá tener agua en casa de forma normal. Aún cuando se interrumpa el servicio de la red de agua municipal (o que no exista) se podrá tener flujo constante de agua con suficiente presión.