calidad del agua

Seguro que más de una vez te has preguntado ¿para qué sirve el agua alcalina? El agua alcalina se define por su nivel de pH, que es una medida de qué tan ácida o básica, es decir, alcalino, es una sustancia. Conoce más sobre el agua alcalina, sus ventajas y cómo puedes obtenerla desde la comodidad de tu hogar.

Agua alcalina ¿qué es?

El agua corriente y de manantial normalmente tiene un pH neutro de 7. En cambio, la mayoría de las aguas alcalinas tienen un pH de 8 o 9.

El agua alcalina también contienen minerales esenciales como Calcio, Potasio, Magnesio y Sodio.

¿Es el agua alcalina una opción más saludable?

Investigaciones recientes sugieren que el agua alcalina podría proporcionar algunos beneficios específicos para la salud.

Un estudio publicado este año en la revista Medical Gas Research sugiere que consumir agua alcalina podría tener un efecto positivo en la calidad de la microbiota intestinal, lo que puede ayudar a absorber mejor los nutrientes de los alimentos.

Una investigación publicada en la revista Biology of Sport en 2017 sugiere que beber agua alcalina «muestra un efecto positivo sobre el estado de hidratación» después de un ejercicio intenso. El consumo de agua alcalina también se asoció con «un efecto positivo en el pH de la orina durante el protocolo de prueba anaeróbica», concluyeron los investigadores.

Un estudio anterior en SAGE Journals sugiere que el consumo de agua alcalina «puede tener beneficios terapéuticos para los pacientes con enfermedad por reflujo».

6 Ventajas del agua alcalina

1.Restaura el equilibrio del pH en el cuerpo: el agua alcalina contiene una mayor cantidad de niveles de pH que el agua embotellada normal, lo que contribuye a reducir los niveles de acidez en el cuerpo.

Los resultados muestran que el agua alcalina es más beneficiosa al poder neutralizar eficazmente el ácido en tu cuerpo en comparación con otras aguas.

2. Puede ayudar a reducir los signos del envejecimiento: casi más de la mitad del porcentaje de nuestro cuerpo es agua; el agua es esencial para mantener nuestros órganos sanos y funcionando correctamente. Además el agua alcalina contiene antioxidantes para hidratar y filtrar ampliamente los radicales libres en tu cuerpo, por lo tanto, detiene el proceso de envejecimiento de las células manteniéndolas saludables.
3. Es antioxidante. El agua alcalina mineralizada contiene poderosos antioxidantes. Uno de los mayores beneficios del agua alcalina son sus propiedades antioxidantes. Gracias a su pH alcalino y a sus minerales, el agua alcalina nos aporta nutrientes y oligoelementos que nos hacen ver y sentirnos más jóvenes.

Los antioxidantes son cuerpos poderosos que luchan contra los radicales libres que potencialmente pueden dañar el sistema inmunológico. Estamos expuestos a los radicales libres a diario a través de la contaminación, el humo, los productos de limpieza y los alimentos procesados.

Por esta razón, necesitamos antioxidantes para eliminar los radicales libres en el cuerpo. Beber agua alcalina es una gran fuente de antioxidantes.

4. Estimula el sistema inmunológico. Al mantener constantemente su cuerpo en un estado alcalino, tendrá un sistema inmunológico más fuerte. Beber agua alcalina equilibra los niveles de pH y ayuda a combatir los radicales libres, que son muy importantes para mantener la salud general y el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico.

Cuando bebemos agua ácida y cuando no seguimos una dieta alcalina, nuestros cuerpos son más propensos a la inflamación (que puede conducir a enfermedades crónicas). No beber suficiente agua alcalina mineralizada puede causar deshidratación que, a su vez, puede resultar en:

• Envejecimiento prematuro
• Migrañas
• Indigestión
• Piel seca
• Fatiga
• Mareo
• Colesterol alto
• Diabetes
• Sobre peso corporal
• Alta presión sanguínea

Además, el agua alcalina estimula el sistema inmunológico ya que es la mejor fuente de hidrógeno, que es beneficioso porque nos ayuda a sentirnos energizados, activos y alertas.

5. Promueve la hidratación. Para sobrevivir y rendir a un nivel óptimo, nuestros cuerpos necesitan estar bien hidratados durante todo el día. Sin embargo, no toda el agua hidrata de igual manera y el nivel de pH del agua embotellada suele ser bajo (o ácido).

Ten en cuenta que hay muchas formas de mantenerte hidratado: comer frutas y verduras también te ayudará a mantener un cuerpo fuerte y saludable.

6. Ayuda a la desintoxicación. Nuestros órganos luchan por realizar sus funciones y, a medida que aumenta la cantidad de toxinas, los tejidos se deterioran y crean un ambiente hostil, favoreciendo así el desarrollo de enfermedades graves.

Las dietas que se basan en el consumo de carbohidratos refinados, azúcares y alimentos procesados ​​tienden a carecer de las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita para repararse y prosperar.

Al beber agua alcalina mineralizada, estás animando a tu cuerpo a eliminar toxinas y productos químicos. Las bebidas alcalinas y las comidas alcalinas son vitales para tu salud en general y el proceso de desintoxicación.

Purificador y Alcalinizador Rotoplas

Como vemos, el agua alcalina ayuda a nuestro cuerpo a neutralizar los niveles de acidez por ser un antiácido natural, ayudando a reducir problemas comunes como el reflujo ácido. Además te ayudará a alcanzar un nivel mayor de hidratación. Si deseas obtener agua alcalina en tu casa puedes invertir en un Purificador y Alcalinizador Rotoplas.

El Purificador y Alcalinizador Rotoplas es un sistema avanzado de purificación por ultrafiltración en 3 etapas: alcaliniza el agua, retiene bacterias y sedimentos, y elimina el sabor y olor a cloro del agua. No requiere de electricidad ni baterías.

Los seres humanos requerimos consumir diariamente entre 1,5 a 2,5 litros de agua para poder sobrevivir. El agua es fundamental para que el cuerpo pueda cumplir con sus funciones vitales y cuando no la recibe, el organismo se resiente y comienza a tener fallos en su funcionamiento. La deshidratación es peligrosa y todos estamos expuestos a ella, por lo que vale la pena aprender a distinguir los síntomas y las causas de cada uno de los tipos de deshidratación.

¿Qué es la deshidratación y cómo se produce?

El cuerpo humano utiliza agua para procesos vitales como regular la temperatura y eliminar impurezas. En consecuencia, el agua utilizada por estos procesos se excreta por diversas vías. Por ejemplo, perdemos líquidos través del sudor, la orina, la piel y pulmones. La cantidad de líquido utilizado puede verse afectada por las condiciones externas. Por ejemplo en verano que hace tanto calor, las pérdidas de líquido por el sudor aumentan exponencialmente pues el cuerpo lo necesita para mantener su temperatura; los mismo ocurre, cuando se hace ejercicio vigoroso y prolongado.

Cuando ese balance entre el agua que se consume y que se pierde se rompe, hablamos de deshidratación. Los síntomas más comunes son sed intensa, malestar general, fatiga,dolor de cabeza, pérdida de apetito, entre otros. Pero no todos los niveles y tipos de deshidratación son iguales, pues no tiene el mismo impacto en el organismo el tener un poco de sed y dolor de cabeza porque el día está caluroso, que haber pasado un día entero perdido en un desierto sin nada que beber. Por esta razón la deshidratación se clasifica a nivel clínico en 3 tipos.

Tipos de deshidratación

La deshidratación de un individuo se puede evaluar de 2 formas, teniendo en cuenta la cantidad de líquido perdido y según la pérdida de electrolitos. De este modo, según la velocidad en que se pierde líquido podríamos afirmar que hay deshidratación rápida, en la que la persona pierde líquidos mucho más rápido de lo que puede recuperarlos. Los síntomas son más graves y evidentes. La deshidratación lenta es mucho más gradual, el organismo reacciona mejor y es más sencillo tomar acciones correctivas para compensar a la persona.

Según la pérdida de electrolitos, hay 3 tipos de deshidratación:

– Deshidratación Isotónica:

Hay una pérdida equilibrada de agua y de solutos. Se puede apreciar una disminución de volumen: la piel se ve más seca, los ojos lucen hundidos y se ven ojeras. Es común en personas que han sido atacadas por enfermedades gastrointestinales leves o que han consumido diuréticos de forma inadecuada o si hace demasiado calor y se suda en exceso. La solución es simple, pues se pueden tomar bebidas isotónicas o sales de rehidratación oral.

– Deshidratación hipertónica

Hay una pérdida de agua que supera a la de los solutos. Por esta causa, se descubre una concentración de electrolitos que puede manifestarse por un nivel elevado de sodio en la sangre. Esto puede ocurrir por procesos febriles intensos, al exponerse mucho tiempo al sol sin tomar líquidos. Los síntomas más comunes incluyen sed, fiebre e irritabilidad. Los niños, ancianos y personas embarazadas son propensos a sufrir este tipo de deshidratación. Puedes prevenirla consumiendo más agua cuando hace calor, estás expuesto al sol o tienes fiebre.

– Deshidratación hipotónica

En este tipo de deshidratación se pierden más electrolitos que agua. Es poco frecuente y se diagnostica al medir el sodio en sangre, que se mostrará en niveles más bajos de los normales. Las personas más propensas a sufrir este tipo de deshidratación son deportistas y personas que trabajan exponiéndose a condiciones ambientales muy extremas. También puede presentarse en enfermedades que produzcan vómitos y diarrea o problemas renales en los que se pierde sodio.

¿Qué causa la deshidratación?

Es muy sencillo deshidratarse. Algo tan simple como no beber agua porque se está ocupado, porque no hay acceso al agua potable o porque no te gusta tomar agua, puede desencadenar un cuadro de deshidratación más o menos grave, sobre todo cuando se pierde el hábito de tomar agua. Otras causas que pueden acelerar el cuadro de deshidratación son:

– Diarrea y/o vómitos: la diarrea agua implica una pérdida violenta de agua y electrolitos. Si esto se combina con vómitos, entonces la pérdida de minerales y líquidos se empeora. Es una condición de cuidado y se debe buscar atención médica si persiste por mucho tiempo o de inmediato en el caso de niños, ancianos y madres lactantes.

– Fiebre: a mayor temperatura, mayor el gasto de agua del organismo para mantenerse a salvo y regular la temperatura. Peor aún si hay otros síntomas como diarreas o vómitos.

– Sudoración excesiva: si hace demasiado calor, si se hacen actividades físicas vigorosas y se aumenta la transpiración, es imprescindible reponer líquidos en la misma proporción; sobre todo si hay calor y humedad.

– Micción excesiva: es posible dehidratarse si se aumenta la necesidad de orinar, por una diabetes no tratada o por tomar medicamentos como diuréticos o reguladores de la presión arterial. Es importante tomar líquidos para reponerlos.

¿Cuánta agua tomar?

Eso de tomar 8 vasos de agua al día tiene algo de mito, pues la cantidad depende de tu peso y edad. En condiciones normales un adulto debería tomar 35 ml de agua por cada kilo de peso, mientras que en niños pequeños son 50 ml por kilo y llega a 150ml en lactantes.

Es importante extremar las precauciones si se está enfermo, en el exterior o haciendo ejercicio. Tomar agua es un hábito simple, saludable y que hará una gran diferencia en tu vida diaria. La próxima vez que te duela la cabeza de la nada o te sientas sin energía, prueba tomar un vaso de agua helada. Puede ser todo lo que necesitas.