¿Cómo hidratar la piel? 6 consejos para tener más beneficios
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. No sólo sirve como una barrera protectora, sino que alberga miles de terminaciones nerviosas que reciben sensaciones como el tacto, dolor, presión y cambios de temperatura. Por esto, la piel actúa como una forma de comunicación con el entorno. Uno de los indicadores de salud cutánea está relacionado con los niveles de humedad, de allí la importancia de saber cómo hidratar la piel. Con los 6 consejos que te presentamos a continuación, lograrás mantener tu piel elástica, hidratada y sana.
- Bebe mucha agua
¿Ha escuchado eso de que los seres humanos somos 75% agua? Pues el 20% de esa agua se encuentra en la piel. En la piel hay estructuras y moléculas que se encargan de retener el agua que bebemos y que está presente en el ambiente, como el ácido hialurónico, colágeno, elastina y otras.
A medida que nos hacemos mayores la piel va perdiendo la capacidad de sintetizar y absorber estas sustancias, por lo que almacena menos agua. Por esto es imprescindible aumentar el consumo de agua natural para compensar esta pérdida. Se recomienda tomar al menos 1,5 litros de agua natural al día.
- Conoce tu piel y elige el producto adecuado
No es lo mismo el tratamiento y los cuidados que puede tener una piel seca y madura que una que es grasa o está deshidratada. Conocer tu piel, saber cuáles son sus necesidades, cómo reacciona al medio ambiente y qué le sienta bien te permitirá elegir los productos adecuados para mantenerla. No se trata de buscar el más costoso, sino el que mejor te siente.
Revisa tu piel frente al espejo y determina qué problemas tiene: sequedad, deshidratación, acné, manchas, entre otros, esto puede darte datos de lo que puedes utilizar. Asimismo, no te concentres sólo en el rostro, busca productos para hidratar la piel de todo el cuerpo.
- Usa cremas hidratantes
Hay quienes consideran que por tener piel grasa no necesitan usar cremas. La verdad es que los niveles de hidratación se relacionan con la capacidad de retener agua, mientras que los niveles de grasa están ligados a la producción de las glándulas sebáceas. De hecho, una piel deshidratada puede comenzar a producir más grasa para compensar y causar problemas de acné.
Busca un hidratante que se adapte a tu tipo de piel, edad y necesidades particulares. Puedes buscar ingredientes hidrogoscópicos que atrapen la humedad medioambiental (glicerina, urea, alfa hidroxiácidos), que prevengan la pérdida de humedad con oclusivos como lanolina, aceites y siliconas o emolientes, que restauran la capa córnea como el colesterol, ácido hialurónico y escualeno.
- Aprovecha los productos naturales
Parte de saber cómo hidratar la piel es entender que puedes usar mascarillas y emolientes completamente naturales. En tu cocina tienes muchos ingredientes que pueden contribuir a mantener la suavidad y lozanía de tu piel. Prueba usar mascarillas de frutas como la palta, bananas y fresas. Puedes usar aceite de coco o de almendras para suavizar las asperezas de zonas como los codos y pies.
- Limpia y exfolia tu piel
La piel se renueva a si misma cada cierto tiempo. Es un proceso lento, que se ralentiza aún más con el paso de los años. Las células muertas de la piel se acumulan y crean una capa que imposibilita la comunicación entre las células y el medio ambiente. La piel luce deshidratada, pierde densidad, acumula toxinas, se ve descamada, más oscura y seca. Además no absorbe las cremas y productos.
La limpieza y exfoliación de la piel deben convertirse en un hábito diario. Puedes exfoliarte cada 10 o 15 días. Puedes hacerlo en la ducha, usando un guante de crin, un cepillo de cerdas naturales o el método que prefieras. La piel del rostro es un poco más delicada, así que debes tener especial cuidado. Presta atención al agua que utilizas para asearte. Si es muy dura o tiene impurezas, puede que no contribuya a la salud de tu piel y cabello. Considera instalar un filtro que se encargue de proporcionarte agua pura y cristalina.
- Cuida tus hábitos de vida
De nada vale invertir en un montón de cremas y productos si no se tienen hábito de vida saludables. El bienestar físico y emocional se obtienen con el equilibrio de diferentes aspectos: alimentación, descanso e higiene mental. Desde esta perspectiva, debes evitar el cigarrillo (que causa estragos en la oxigenación de la piel) y el exceso de bebidas alcohólicas. Tu alimentación es fundamental, deberías consumir muchas frutas y verduras que aporten las vitaminas y minerales necesarios para mantener la lozanía de la piel.
Es imprescindible descansar. Dormir al menos 8 horas permite que la piel se recupere y reconstruya. Si no duermes, se afecta la producción de colágeno y tu piel lucirá seca y apagada. Para finalizar, recuerda que una actitud positiva te ayudará a mantener tu equilibrio mental. El trabajo comienza desde adentro, así que no olvides tomar agua y sonreír.