Uso de Biodigestor para tener agua limpia y saneamiento
El biodigestor es un sistema de tratamiento de aguas servidas, independiente y sustentable, que se ha convertido en la opción más eficiente, económica y ecológica para el tratamiento de aguas de deshecho. Pero, ¿sabías también que el biodigestor Rotoplas es una herramienta clave para solucionar la crisis del agua limpia y saneamiento ambiental?
El problema del agua limpia y el saneamiento ambiental
El saneamiento ambiental hace referencia a la tecnología que permite eliminar o procesar de forma adecuada e higiénica los desechos humanos. En algunas ciudades esto ocurre en el sistema de alcantarillado y acueductos municipales, que reciben las aguas negras y las procesan antes de devolverlas a la naturaleza; sin embargo, en muchos otros lugares no hay un sistema de alcantarillado y se utilizan sistemas locales.
Se considera que casi 3 billones de personas en el mundo dependen de tecnologías de saneamiento locales, como pozos negros o fosas sépticas, pero la inmensa mayoría sencillamente no dispone de los medios para acceder a estos sistemas básicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 4.200 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento gestionados de manera segura.
Estos desechos sin procesar se arrojan directamente a la naturaleza. A veces al terreno, otras directo a cuerpos de agua cercanos. Este manejo inadecuado de aguas servidas se traduce en contaminación ambiental, que provoca enfermedades y puede incluso, ocasionar la muerte.
La OMS contabiliza que al menos 1,6 millones de personas mueren todos los años por afecciones causadas por la falta de agua potable y saneamiento básico. La mayoría de estas muertes son de niños menores de 5 años. Asimismo, hay enfermedades como parásitos intestinales, cólera, hepatitis y otras de origen vírico siguen atacando las poblaciones más vulnerables.
Es imposible pensar en solucionar la grave crisis del agua que afecta al mundo entero sin atacar al mismo tiempo el problema del saneamiento ambiental. Los esfuerzos para mantener la integridad de los cuerpos de agua y mejorar el acceso a todas las personas serán en vano a menos que se implementen sistemas para procesar aguas servidas que sean sustentables, económicos y eficientes.
¿Por qué el biodigestor puede ser la respuesta?
Un Biodigestor Rotoplas es un sistema para el tratamiento primario de aguas negras y grises, mediante un proceso de retención y degradación séptica anaeróbica de la materia orgánica. En el interior del Biodigestor Rotoplas cierto tipo de bacterias naturales se reproducen y se encargan de descomponer y degradar los desechos orgánicos. Esto permite que las aguas servidas sean tratadas rápidamente sin usar ningún tipo de químico y sin intervención humana. Es de muy fácil instalación y gracias a su tiempo de vida, resulta una opción muy económica a largo plazo.
Los biodigestores tienen una gran cantidad de beneficios si se comparan con otros sistemas de tratamiento. En primer lugar, son sistemas de procesamiento de aguas servidas que funcionan de manera independiente. No hace falta vaciarlo ni hacerle un mantenimiento periódico como ocurre con las fosas sépticas, tampoco consume ningún tipo de energía para funcionar ni requiere estar conectado a un sistema de alcantarillado. Es completamente autónomo, pero lo mejor es que hace un tratamiento completo de las aguas servidas, por lo que devuelve las aguas residuales al medio ambiente sin contaminar el manto freático y los lodos que pueden resultar del proceso son un excelente abono para las plantas.
Si se analizan las principales características del biodigestor Rotoplas (independiente, autosustentable, ecológico y eficiente), es sencillo notar que es la mejor opción para el tratamiento de aguas residuales en aquellas comunidades en las que no hay forma efectiva de comunicar con un sistema de acueductos, mucho menos su construcción.
Otras opciones como los pozos negros o fosas sépticas requieren una inversión mayor de tiempo, materiales y mano de obra especializada para una correcta construcción, además que no siempre pueden tratar correctamente las aguas negras antes de devolverlas al ambiente. En cambio, el biodigestor no sólo es capaz de eliminar los contaminantes de las aguas servidas, sino que su instalación es rápida y sencilla. Está hecho de una sola pieza, es ligero, resistente y puede ser instalado en pocas horas.
Un Biodigestor Rotoplas puede atender las necesidades de tratamiento de las aguas residuales de familias enteras, dependiendo de la capacidad del sistema adquirido. Los biodigestores pueden ser instalados en red, en caso de que se requiera atender las necesidades de poblaciones mayores; por lo que resulta una inversión inteligente y amable con el medio ambiente.
El cambio es posible. Tenemos el poder de crear un mundo diferente para nosotros y para las generaciones futuras, sólo necesitamos entender que podemos dar el primer paso. Algo tan sencillo como instalar un biodigestor puede tener un impacto positivo en tu comunidad y en el medio ambiente en muy corto plazo. ¡Imagina todo lo que podríamos lograr si cada quien se ocupa de hacer su parte!