5 Aspectos a tomar en cuenta para el cultivo de uva
La uva es una fruta, considerada un súper-alimento, que ha logrado crear un nicho en el que Perú está creándose uno nombre por mérito propio. El país posee una tierra bendita para el cultivo de esta fruta: el clima, los suelos y hasta los periodos de lluvia la hacen perfecta. Lo que comenzó en el siglo XVII para la creación del pisco para consumo interno, se ha convertido en un mercado de exportación robusto.
Si has considerado entrar en el mundo del cultivo de la uva, vale la pena tener en cuenta estos 5 aspectos que incluyen hasta una recomendación para los mejores tanques vitivinícolas, para almacenar vino y para reposar el pisco. Además, los tanques industriales y cisternas, te ayudarán a contar con agua suficiente para todos los procesos.
1. Todo se trata de la ubicación
Perú fue creada para el cultivo de la vid. Estas plantas prefieren los suelos pobres, bien drenados y mucho sol. Al estar tan cerca a la línea ecuatorial, esta tierra debería tener un clima tropical, pero en la región costera, gracias a las corrientes de aire, la presencia de la Cordillera de los Andes y otros vientos que traen la humedad, se crea un clima subtropical, semiárido con lluvias más bien moderadas.
La costa peruana parece un desierto surcado por algunos ríos, pero en realidad es el lugar perfecto para iniciar un cultivo de uva, de hecho hay un estudio que así lo demuestra. Cuenta con suelos pedregosos, aluviales, arenosos o limosos con una composición mineral bien particular que facilita el drenaje son ideales para las vides. Por otra parte, recibe suficiente radiación solar, una temperatura ideal y otras características que le otorgan una personalidad y sabor diferente a las uvas cultivadas aquí, haciéndolas especiales y deliciosas.
Dicho esto, las zonas donde hay mejores condiciones para el desarrollo de los viñedos son los departamentos de Ica, Lima, Moquegua, Tacna y Arequipa. Desde las épocas de la colonia Española se han cultivado uvas en esta zona de la Costa Centro-Sur.
2. El cuidado de uvas comienza desde la semilla
El primer paso para asegurar una cosecha exitosa de uva siempre debe involucrar la preparación de la tierra. Comienza desinfectando la tierra, para eliminar cualquier bacteria, insecto o plaga que pudiera afectar las raíces del cultivo. Si hay cualquier tipo de plaga, se requerirá un manejo adecuado para eliminarlas antes de sembrar.
Luego de esto, lo ideal sería enriquecer el suelo con materia orgánica, ojalá crear un compost con la materia orgánica recogida del terreno durante su preparación. Lo ideal es lograr un suelo estable, con una cantidad y balance adecuado de nutrientes.
Otro punto importante que debes preparar antes de iniciar la siembra es crear un sistema de conducción para la vid, que le permita trepar y desarrollarse con seguridad. Esto suele hacerse con postes de 2 metros de altura, conectados con líneas por las que se trepará la planta, de forma paralela al suelo. Esto no sólo es más práctico y evita que las uvas se dañen, sino que previene los daños solares sobre la planta.
3. La variedad importa
Existen diferentes variedades de uvas producidas en el Perú y cada una tiene características propias y uso diferente. Por ejemplo, las Crimson Seedles son uvas rojas brillantes, sin semilla y de forma alargada. Las Flame Seedles son medianas, de forma redonda y achatada, sin semilla. Las sugraone son de color verde, ovalada y sin semillas. La Thompson Seedles es verde a dorado pálido, mientras que la Red Globe son más grandes y dulces, pero tienen semillas.
A estas variedades de uvas de mesa hay que sumar aquellas variedades para la elaboración de pisco, que tienen otro sabor, tamaño y características. Algunas uvas pisqueras aromáticas (que producen un pisco intenso y con delicioso aroma) son la Italia, Albilla, Moscatel y Torontel. Dentro de las uvas pisqueras no aromáticas, que producen un pisco con más carácter y fuerza, destacan la Quebranta, negra criolla, Mollar y Uvina.
4. Uvas en números
Para el año 2021, Perú se posicionó como el primer exportador de Uvas frescas a nivel mundial. Para este año, alcanzaron los US$1260 millones, superando a países como Norteamérica (US$782 millones) y Chile (US$928 millones). Para los años 2022 y 2023 se espera tener un crecimiento del 11%, según proyecciones del Servicio Nacional de Sanidad Agraria SENASA. Todo esto fue hecho por 149 empresas peruanas, de las que un 38% fueron empresas micro, pequeñas y medianas. Además, este rubro se ha convertido en uno de los generadores de empleos formales en la región.
Se ha notado una reducción de las hectáreas dedicadas a la producción de uva pisquera para usarse en uvas de mesa, destinadas a la exportación directa. Esto ocurre porque los cultivos de las variedades de uva de mesa rinden más (30 toneladas por hectárea) que los de uva pisquera (15 toneladas por hectárea) y no requieren un procesamiento posterior. Como si fuera poco, pagan más por las uvas de mesa al productor. En la actualidad el Estado procura mantener viva la tradición del pisco impulsando los cultivos, la producción y su uso en coctelería.
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5. Encuentra el tanque adecuado
Si bien la vid es uno de esos cultivos que no requieren riego abundante y constante, si que es imprescindible contar con un suministro constante de agua para poder regar en el momento adecuado; sobre todo en los meses de verano. Con esto se mantiene el equilibrio de humedad, de forma que la uva se desarrolle y madure en el momento preciso.
De hecho, para la producción de vinos se puede reducir el riego en los momentos adecuados, para que esto provoque estrés hídrico en la planta y produzca uvas más pequeñas, pero con un hollejo más grueso. Esto hará que el vino sea más aromático y único. Si se quiere jugar con estos niveles de calidad de las uvas, se requiere contar con un tanque de almacenamiento de agua agro-industrial, capaz de poner a disposición del productor el agua cuando sea necesaria.
Para la producción de pisco y vinos se requieren tanques de características especiales, en los que se pueda dejar reposar el delicado licor por el tiempo necesario, aislándolo y sin que se alteren sus características organolépticas. En ambos casos la opción perfecta son los tanques Rotoplas, fabricados con las especificaciones, materiales y diseño ideal para apoyar el cultivo de uva, la producción y almacenamiento de pisco, ambos con calidad de importación.