¿Cómo fomentar una buena higiene en la adolescencia?

La adolescencia es el momento ideal para crear y arraigar hábitos que duren toda la vida. Fomentar una buena higiene en la adolescencia es la mejor manera de hacerlo para que poco a poco se creen rutinas que los ayuden a optimizar sus actividades diarias.

Consejos prácticos para el uso y cuidado del agua

Los adolescentes viven grandes cambios en esta etapa, principalmente emocionales, pero sobre todo corporales y hormonales. Como padres, madres, y cuidadores depende apoyarlos a tener una buena higiene en la adolescencia para encaminarlos a hábitos en la vida adulta.

Gracias a estos cambios hormonales, los adolescentes tienen ciertas necesidades diferentes a los adultos. Para ellos, muchas veces es la primera vez que piensan en preocuparse en su higiene al empezar a conocer su cuerpo o ya no tener a nadie que les recuerde hacer cosas como lavarse los dientes o incluso bañarse.

La higiene personal puede definirse como ciertas normas y medidas que se toman para evitar tener efectos negativos o nocivos para la salud. Para lograr este objetivo, se deben convertir en hábitos que apoyen al logro del mismo, y así evitar enfermedades e infecciones.

Cambios hormonales

Los principales cambios en el cuerpo de los adolescentes son hormonales. En general comienzan a sudar más seguido, a veces sin razón aparente, crean un olor corporal más fuerte y generar mal aliento, sobre todo si fuman o consumen alcohol. La piel y el cuero cabelludo generan más aceites, por lo que notan grasosas algunas partes de la cara, así como el cabello puede parecer sucio.

Apoyarlos a tener una buena higiene en la adolescencia

Es probable que la mayoría de los adolescentes no consideren la higiene como algo relevante en sus vidas. Pueden considerar lavarse los dientes o bañarse diariamente una perdida de tiempo, pero es importante como padres, madres, y cuidadores ayudarles a entender la importancia que tiene para su salud a corto y largo plazo, así como las consecuencias.

Beneficios de tener una terma a gas

Ningún adolescente o adulto puede crear un hábito sin realmente comprender la importancia del por qué hacerlo y de las consecuencias que se tienen. No se le debe tener miedo a las consecuencias, sino realmente comprenderlas y saber la importancia de hacerlo. Hay muchos hábitos de higiene que pueden implementar los adolescentes, pero se puede empezar con los más básicos.

  1. Cepillarse los dientes al menos dos veces al día previene caries y problemas de salud. Es igualmente recomendable usar hilo dental al menos una vez al día, así como enjuague bucal.
  2. Beber entre dos y dos litros y medio —entre ocho y diez vasos— de agua al día. El agua es muy importante para la salud y ayuda a prevenir enfermedades en todos los órganos del cuerpo. En el cerebro ayuda a la concentración y a la memoria, en la sangre previene enfermedades cardiovasculares, y en el sistema digestivo tiene funciones desde el estómago, hasta la correcta distribución de nutrientes. La correcta hidratación puede incluso prevenir caries.

Algunos hábitos que se les pueden recomendar a los adolescentes para mantenerse hidratado es tener una botella de agua en su escritorio o área de estudio, así como cuando hacen ejercicio o alguna actividad física. De esta forma siempre recordarán tomar agua durante el día.

  1. Ducharse o bañarse una vez al día es lo más recomendable para un adolescente. Hacerlo más veces, incluso en adultos aumenta la posibilidad de infecciones y resequedad en la piel. Aunque dependiendo de la persona podría hacerse menos frecuente que diariamente, en el caso de los adolescentes no es recomendable por el exceso de grasas y aceites en la piel por los cambios hormonales que están vivenciando.

Es importante bañarse o ducharse con agua limpia que no esté contaminada. Se debe asegurar que el tanque de almacenamiento de agua en casa esté limpio y se le de mantenimiento cada seis meses, además de estar en buen estado para no acumular desechos y evitar infecciones y enfermedades gastrointestinales o de la piel.

  1. Otro hábito para tener una buena higiene en la adolescencia es cuidar el cabello. Sin importar el género, los adolescentes tienden a tener más grasas y aceites en el cabello por lo que es importante lavarlo con regularidad, además de recortarlo y cuidarlo.
  2. Así como cuidar el cabello, igualmente se recomienda fomentar el cuidado de las uñas. Muchos adolescentes y adultos tienen desde niños el hábito de morder o desprender las uñas con los dientes, y en la adolescencia es un buen momento para cambiar ese hábito por el de recortarlas y cuidarlas con regularidad para conservarlas sanas durante más tiempo.
  3. Por último, es importante usar correctamente los productos de higiene personal. La mayoría de los adolescentes estarán probando por primera vez un desodorante, una navaja de afeitar, o incluso limpiadores faciales en caso de contar con acné. Es importante instruirlos a su correcto uso, sobre todo con las recomendaciones de un médico si fuera necesario.

Muchos productos de uso personal requieren especial cuidado y como cuidadores se debe ver por su seguridad y salud en todo momento. en el caso de los productos faciales para reducir el acné, es importante que un médico recomiende alguno adecuado al tipo de enfermedad o infección y piel. De igual forma las navajas de afeitar es importante enseñarles la forma más segura de usarlas para no tener algún accidente o irritar la piel.

Como madres, padres, y cuidadores, la mejor forma de fomentar una buena higiene en la adolescencia es con el ejemplo. Es una etapa en la que pueden arraigar buenos hábitos para toda la vida y cada día es una oportunidad para lograrlo.

El papel de la hidratación en la salud y adolescencia

La hidratación juega un papel muy importante en la salud y adolescencia. El agua es el elemento más importante para el ser humano en cualquiera de sus etapas. Todos los procesos biológicos requieren del agua y es vital para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano. La adolescencia es una etapa de cambios en donde se completa el desarrollo del organismo, por lo que tener especial atención en la hidratación resulta vital.

Sin importar la edad, es importante tener una adecuada hidratación. Es tarea como madres, padres, y cuidadores apoyar a los niños, niñas, y adolescentes a hacer hábitos que se arraiguen para toda la vida, sobre todo hábitos de hidratación. En la etapa infantil puede ser complicado por los diferentes cambios que requiere su alimentación, entre otros factores, sin embargo, la adolescencia es una etapa ideal para crear hábitos que se conviertan en un estilo de vida saludable en la edad adulta.

La hidratación en la salud y adolescencia

Como madres, padres, y cuidadores, es posible fomentar hábitos de hidratación desde la etapa infantil y reforzarlos en la adolescencia. Estar correctamente hidratados tendrá impacto en su salud y en su desarrollo, sobre todo durante esta etapa de crecimiento y desarrollo.

como instalar un filtro purificador de agua rotoplas_PE

Los hábitos de hidratación adecuados empiezan con la costumbre de tomar agua. Antes de la adolescencia, los niños y niñas sólo toman agua cuando sienten sed y la piden. En cambio, en la adolescencia, ya se puede empezar a hacerse consciente de contemplar la sed como un síntoma de deshidratación, por lo que se debe beber agua durante el día para no llegar al punto de sentir sed.

El agua en la salud y adolescencia tiene el papel de lograr un óptimo desarrollo en los órganos del cuerpo, especialmente en el cerebro. El cerebro está hecho de un setenta por ciento de agua, y para su funcionamiento depende de estar correctamente hidratado. Beber agua ayuda a la concentración, buena memoria, y maximizar sus capacidades cognitivas.

Los adolescentes requieren beber la misma cantidad de agua que un adulto (entre dos y dos litros y medio, o entre ocho y diez vasos). Para un cuerpo en crecimiento es indispensable cumplir esta meta ya que de esto, puede depender el correcto desarrollo.

Los adolescentes también son personas llenas de energía por lo que es muy común que hagan mucho ejercicio. El ejercicio implica pérdidas de agua por lo que se recomienda aumentar dos vasos en el día si se realiza actividad física.

Qué les podemos enseñar

Primeramente, es importante enseñarles que no deben de permitirse sentir sed. La sed es un indicador de deshidratación por lo que se debe acostumbrarse a tomar agua antes de sentirla. Es importante hacer de su conocimiento las consecuencias que puede tener la deshidratación en cualquiera de las etapas de su vida, pero sobre todo durante su crecimiento.

Cómo mantener un hidratación correcta en casa-01

Es muy común que los adolescentes no tomen en cuenta o no sea de su conocimiento que la mejor forma de hidratarse es con agua. Se acostumbra a ingerir bebidas endulzadas desde pequeños que tienen alto contenido de azúcar y no hacen una nutrición ni hidratación adecuada. Es crucial enseñarles la importancia del agua para su nutrición, de forma que poco a poco se acostumbren a beber agua para hidratarse y no otros líquidos.

Igualmente se puede enseñar a los adolescentes el papel que tiene el agua en su nutrición. El agua transporta nutrientes a todas las células y se lleva sus desechos, pero en el aparto digestivo, el agua favorece el uso de proteínas haciendo que la absorción de nutrientes se fortalezca para todo el cuerpo.

En este sentido, igualmente es importante darles a conocer la relación de la poca ingesta de agua con la obesidad adolescente. De acuerdo con algunas encuestas nacionales en América Latina, más del ochenta por ciento de los niños, niñas, y adolescentes dicen ingerir bebidas lácteas endulzadas (leche o yogurt con azúcar o chocolate) y otras bebidas azucaradas. Este consumo es asociado con el aumento de obesidad infantil y adolescente, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) subió de diez a 42 millones de 1990 a 2013. Con esa tendencia se llegaría a 70 millones en 2025.

También es vital para su salud beber agua pura. Aunque se sabe que el agua embotellada y de garrafón se puede beber, igualmente se sabe que el plástico genera desechos que ocupan espacio y generalmente son de un solo uso. La mejor opción es contar con un purificador y alcalinizador que lleve agua pura directo a la llave del agua de la cocina en casa. Se tiene la ventaja de tenerlo a la mano para hidratarse y dar agua a los adolescentes de forma segura y rápida, sin mencionar que es más económico que comprar varios garrafones a la semana y sin la incomodidad de tenerlos que voltear.

Purificador y alcalinizador

El inicio de una vida saludable

El papel de la hidratación en la salud y adolescencia es finalmente poner los cimientos de una vida saludable. Los adolescentes requieren apoyo para poner los fundamentos de sus vidas adultas y es tarea de los padres, madres, y cuidadores dárselo lo mejor que sea posible. Desde crear y reforzar hábitos de hidratación hasta contribuir a cambios fisiológicos de manera positiva, se puede poco a poco arraigar hábitos que sean beneficiosos durante el resto de sus vidas.

¿Qué es el agua purificada y cómo tenerla en casa?

De igual forma que durante la adolescencia se refuerzan hábitos como el lavado de dientes, higiene adecuada, y nutrición saludable, se debe reforzar el hábito de beber agua, no solamente durante el día, sino como una costumbre de mantenerse hidratado, que los hará estar saludables el resto de sus vidas.

Hábitos saludables para tener en home office

La llegada del COVID-19 a nuestras vidas supuso una transformación profunda de una serie de hábitos y costumbres, se convirtió en la oportunidad perfecta de implantar nuevos métodos y sistemas, entre ellos el Home Office. Según una investigación de la Universidad de Stanford, somos más productivos cuando trabajamos desde casa, pero también esto supone el reto de encontrar un nuevo balance en el que no descuidemos nuestro bienestar. Si al trabajo en sí, se le suman otras responsabilidades en casa, como por ejemplo, el cuidado de los hijos, la situación se vuelve un poco complicada, por eso que estos hábitos saludables para tener en home office encierran el secreto para ser productivos sin sacrificar la salud física y familiar.

– Designa un espacio de trabajo

Si tienes una biblioteca, estudio u oficina en casa, fantástico. En caso contrario designa algún espacio de tu hogar para que sea tu estación de trabajo. Una esquina en la mesa de la cocina o en el salón, donde estés cómodo. Nunca trabajes en tu habitación ni mucho menos en la cama. El objetivo es diferenciar el espacio, que tu cerebro sepa que cuando entras a ese sitio, vas a trabajar. Esto tiene un efecto en tu disposición y estado de ánimo, serás menos proclive a procrastinar. Platica con tus hijos y establezcan horarios. Pídeles que cuando la puerta esté cerrada, no te busquen a menos de que sea una emergencia. Si tus hijos son muy pequeños, establece los horarios con tu pareja o con alguien que te ayude a cuidarlos.

- Designa un espacio de trabajo

– Cuida tu hidratación

Estar en casa nos hace un poquito más perezosos y nos hace olvidar de los hábitos más simples. Mantenerse hidratado es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo y para ello no hay substitutos: necesitas agua pura y fresca. Ya no tienes el dispensador de agua de la oficina, pero puedes instalar un purificador de agua que te permita disponer del vital recurso cuando lo necesites. Mucho mejor si tiene un sistema que elimine el sabor desagradable, el color y olor pues se te hará más fácil beberla. Mantén contigo siempre un vaso de agua y ve tomando pequeños sorbos a lo largo del día.

Trabajo en casa, beneficios

– Crea un horario y apégate a este

Una de las trampas más comunes del home office es trabajar todo el día, o crearse horario de trabajo poco sanos. Lo ideal es que escojas un horario razonable para empezar el día, programando además tiempo para comer y descansar en medio de la jornada laboral. Lo más importante es respetar ese horario.

– Mantén tus rutinas

Levántate a una hora razonable, desayuna, toma una ducha, cámbiate de ropa y ve a tu espacio de trabajo. Aunque no lo creas, usar una ropa diferente y mantener esas pequeñas rutinas también tienen un efecto positivo en tu cerebro, pues le estás diciendo que es hora de comenzar la jornada laboral. Si bien no tienes que vestirte como si fueras a la oficina, evita trabajar en pijamas.

– Evita las distracciones

Las tareas del hogar, la familia, redes sociales, televisión y otros son grandes elementos de distracción que pueden hacer mella en tu productividad. Anunciale a tu familia que estarás trabajando en determinado horario y que no te interrumpan a menos que sea una emergencia. Programa las actividades del hogar para un horario particular y apaga las redes sociales.

– Programa los breaks

Una jornada de trabajo larga e ininterrumpida puede ser contraproducente. El cerebro necesita un peuqeño respiro, así que no temas tomar unos minutos al día para descomprimir la tensión y cambiar de aire. Si puedes, sal y estira las piernas, prepara un café o una infusión, habla un poco con algún amigo o familiar, juega con tu mascota. Hay aplicaciones y sistemas como el método Pomodoro, que te permite planear pequeños breaks cada cierto tiempo.

– Haz ejercicio

Cuando haces home office te vuelves un poco más sedentario, pues no tienes ni siquiera la excusa del traslado a la oficina. Por esta razón es de vital importancia poner dentro de tu horario alguna actividad física. Puede que sigas un plan completo de ejercicios, que le des una vuelta a la cuadra, que hagas unos minutos de estiramiento o una rutina de principiante de yoga, lo que te provoque y disfrutes pero evita quedarte sentado todo el día. Esto hará que tengas problemas de espalda y dolores varios en pocos días. Moverse es necesario.

– Cuida tu alimentación

Además de tener una hidratación adecuada, se debe de mantener una alimentación balanceada. En casa es sencillo ceder a la tentación de comer cualquier bocadillo y seguir trabajando. Aprovecha que tienes el tiempo para preparar comidas saludables y balanceadas. Seguramente descubrirás que puedes ahorrar mucho dinero, porque ya no estarás comiendo fuera, y es probable que te quites algunos kilos extra por tus buenos hábitos.

Limpieza de los alimentos

Todos estos consejos apuntan a pequeños cambios de hábito que te permitirán adaptarte mejor a la realidad de la home office, creando espacios productivos sin que tenga u impacto negativo en tu salud y que te permita aprovechar ese tiempo extra para las actividades que enriquezcan tu vida: la familia, los amigos, los pasatiempos y aquellas cosas que te ayudan a ser feliz. Quizá te quede tiempo para aprender una nueva habilidad o para adquirir un nuevo hábito. Esto es una oportunidad y de ti depende el resultado.

 

 

¿Cómo hidratar la piel? 6 consejos para tener más beneficios

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. No sólo sirve como una barrera protectora, sino que alberga miles de terminaciones nerviosas que reciben sensaciones como el tacto, dolor, presión y cambios de temperatura. Por esto, la piel actúa como una forma de comunicación con el entorno. Uno de los indicadores de salud cutánea está relacionado con los niveles de humedad, de allí la importancia de saber cómo hidratar la piel. Con los 6 consejos que te presentamos a continuación, lograrás mantener tu piel elástica, hidratada y sana.

  1. Bebe mucha agua

¿Ha escuchado eso de que los seres humanos somos 75% agua? Pues el 20% de esa agua se encuentra en la piel. En la piel hay estructuras y moléculas que se encargan de retener el agua que bebemos y que está presente en el ambiente, como el ácido hialurónico, colágeno, elastina y otras.

A medida que nos hacemos mayores la piel va perdiendo la capacidad de sintetizar y absorber estas sustancias, por lo que almacena menos agua. Por esto es imprescindible aumentar el consumo de agua natural para compensar esta pérdida. Se recomienda tomar al menos 1,5 litros de agua natural al día.

Conoce cómo se purifica el agua a través de osmosis inversa-01

  1. Conoce tu piel y elige el producto adecuado

No es lo mismo el tratamiento y los cuidados que puede tener una piel seca y madura que una que es grasa o está deshidratada. Conocer tu piel, saber cuáles son sus necesidades, cómo reacciona al medio ambiente y qué le sienta bien te permitirá elegir los productos adecuados para mantenerla. No se trata de buscar el más costoso, sino el que mejor te siente.

Revisa tu piel frente al espejo y determina qué problemas tiene: sequedad, deshidratación, acné, manchas, entre otros, esto puede darte datos de lo que puedes utilizar. Asimismo, no te concentres sólo en el rostro, busca productos para hidratar la piel de todo el cuerpo.

  1. Usa cremas hidratantes

Hay quienes consideran que por tener piel grasa no necesitan usar cremas. La verdad es que los niveles de hidratación se relacionan con la capacidad de retener agua, mientras que los niveles de grasa están ligados a la producción de las glándulas sebáceas. De hecho, una piel deshidratada puede comenzar a producir más grasa para compensar y causar problemas de acné.

Busca un hidratante que se adapte a tu tipo de piel, edad y necesidades particulares. Puedes buscar ingredientes hidrogoscópicos que atrapen la humedad medioambiental (glicerina, urea, alfa hidroxiácidos), que prevengan la pérdida de humedad con oclusivos como lanolina, aceites y siliconas o emolientes, que restauran la capa córnea como el colesterol, ácido hialurónico y escualeno.

  1. Aprovecha los productos naturales

Parte de saber cómo hidratar la piel es entender que puedes usar mascarillas y emolientes completamente naturales. En tu cocina tienes muchos ingredientes que pueden contribuir a mantener la suavidad y lozanía de tu piel. Prueba usar mascarillas de frutas como la palta, bananas y fresas. Puedes usar aceite de coco o de almendras para suavizar las asperezas de zonas como los codos y pies.

  1. Limpia y exfolia tu piel

La piel se renueva a si misma cada cierto tiempo. Es un proceso lento, que se ralentiza aún más con el paso de los años. Las células muertas de la piel se acumulan y crean una capa que imposibilita la comunicación entre las células y el medio ambiente. La piel luce deshidratada, pierde densidad, acumula toxinas, se ve descamada, más oscura y seca. Además no absorbe las cremas y productos.

La limpieza y exfoliación de la piel deben convertirse en un hábito diario. Puedes exfoliarte cada 10 o 15 días. Puedes hacerlo en la ducha, usando un guante de crin, un cepillo de cerdas naturales o el método que prefieras. La piel del rostro es un poco más delicada, así que debes tener especial cuidado. Presta atención al agua que utilizas para asearte. Si es muy dura o tiene impurezas, puede que no contribuya a la salud de tu piel y cabello. Considera instalar un filtro que se encargue de proporcionarte agua pura y cristalina.

  1. Cuida tus hábitos de vida

De nada vale invertir en un montón de cremas y productos si no se tienen hábito de vida saludables. El bienestar físico y emocional se obtienen con el equilibrio de diferentes aspectos: alimentación, descanso e higiene mental. Desde esta perspectiva, debes evitar el cigarrillo (que causa estragos en la oxigenación de la piel) y el exceso de bebidas alcohólicas. Tu alimentación es fundamental, deberías consumir muchas frutas y verduras que aporten las vitaminas y minerales necesarios para mantener la lozanía de la piel.

Es imprescindible descansar. Dormir al menos 8 horas permite que la piel se recupere y reconstruya. Si no duermes, se afecta la producción de colágeno y tu piel lucirá seca y apagada. Para finalizar, recuerda que una actitud positiva te ayudará a mantener tu equilibrio mental. El trabajo comienza desde adentro, así que no olvides tomar agua y sonreír.