Conoce las ventajas del Biodigestor Autolimpiable y su tratamiento de aguas residuales
Uno de los mayores desafíos cuando se trata de hacer construcciones de viviendas lejos de los centros urbanos está en la disposición y tratamiento de afluentes cloacales. Tradicionalmente se construyen pozos sépticos o pozos negros, en los que se vierten directamente los desechos orgánicos; pero la construcción y mantenimiento de estos sistemas es muy cara y complicada. La buena noticia es que ya existe una solución real y definitiva para el tratamiento de aguas residuales: los biodigestores autolimpiables.
Un biodigestor es un sistema independiente de tratamiento de aguas residuales que reemplaza por completo y de forma eficiente los sistemas como fosas sépticas o letrinas. Son ideales para aquellas zonas donde no hay conexión con los sistemas de acueductos. Son una alternativa económica, duradera y fácil de utilizar que además ofrece distintos beneficios medioambientales.
¿Cómo funciona un Biodigestor?
Un biodigestor consta de un tanque elaborado en polietileno de alta resistencia, sellado de forma hermética. Dentro de él ocurre un proceso de detención y degradación de las aguas negras hecho por bacterias anaerobias. Este proceso ocurre en 3 etapas. En la primera el Biodigestor retiene el material orgánico. En la ausencia de aire lo microorganismos comienzan a degradar los sólidos, que se depositarán en el fondo y se convertirán en lodos, que luego podrán usarse como abono.
El biodigestor funciona por rebalse, así que a medida que entran los líquidos residuales, sale el agua residual por el otro extremo, hacia el campo de infiltración, donde ocurre la segunda etapa. En la tercera y última etapa, el suelo termina de funcionar como un filtro, que retendrá y purificará las pocas bacterias o residuos que pudieran quedar luego del tratamiento dentro del biodigestor. Esta agua podrá incorporarse completamente purificada a las reservas subterráneas.
Beneficios de un Biodigestor Rotoplas
– Higiénico y sin olores. Las fosas sépticas y pozos negros pueden desbordarse y comenzar a oler mal. El biodigestor está sellado herméticamente y queda bajo tierra. Ni siquiera notarás que está allí.
– Es más económico. Hacer una fosa séptica requiere una gran inversión en materiales y tiempo. Se deben hacer excavaciones extensas y usar distintos materiales. Además requiere un equipo de trabajo grande, lo que termina haciéndolo más costoso. Un Biodigestor Rotoplas es más económico, no requiere una inversión extra en materiales costosos.
– Fácil de instalar. El biodigestor está elaborado en una sola pieza de polietileno de alta densidad, por lo que es ligero y resistente. Esto hace que su instalación sea más rápida y sencilla. Siempre y cuando se haga en el terreno adecuado (es decir, zonas altas que no se inunden) no hace falta rellenos o materiales especiales.
– Resistente y duradero. El concreto utilizado para hacer las fosas sépticas suele agrietarse y romperse con el paso de los años por los movimientos naturales de la tierra y la humedad. El Biodigestor, al estar elaborado en polietileno de alta resistencia, es inmune a la corrosión, fisuras e impacto. Si se instala y utiliza de forma adecuada, puede durar más de 40 años.
– Distintas capacidades. Sabemos que cada grupo familiar, oficina o vivienda tiene necesidades diferentes. Por esta razón podrás encontrar biodigestores con la capacidad de procesar entre 600L (una familia de 5 personas) a 7000L (para unas 60 personas).
– Bajo mantenimiento. Las fosas sépticas deben ser vaciadas cada cierto tiempo para poder limpiarse. Esta es una tarea laboriosa, desagradable y que requiere la intervención de expertos que deben tener equipo especializado, como un camión de desazolve o una bomba electromecánica. El Biodigestor es autolimpiable. Una vez al año se debe abrir la válvula para vaciar los lodos y será suficiente. No requiere invertir en un equipo de trabajo ni arriesgarás tu salud.
– Reduce el riesgo de enfermedades. Los pozos negros, letrinas y pozos sépticos no ofrecen un verdadero tratamiento de aguas residuales, sino que se limita a separar desechos sólidos de los líquidos. Los líquidos contenidos son muy contaminantes y son fuente de enfermedades. Estos a menudo se filtran hacia el terreno adyacente, contaminando los mantos de agua subterráneos y sembradíos cercanos y causando afecciones gastrointestinales entre otras. Los biodigestores están elaborados en un material que no se rompe, no se corroe ni desborda. Dentro se produce un tratamiento de las aguas residuales, garantizando que el agua que sale del biodigestor y regresa al ambiente no tiene ningún contaminante o residuo.
– Contribuye a conservar el ambiente. Lo biodigestores hacen un tratamiento de las aguas residuales eficiente y sencillo. No requiere electricidad ni combustibles para hacerlo y el agua que sale al final del proceso puede incorporarse con tranquilidad a la tierra y de allí a la capa freática, pues estará libre de bacterias y contaminantes.
– Puedes usar los lodos como abono para tus plantas. La extracción de lodos se hace cada 12 o 24 meses. Los desechos sólidos orgánicos se degradan hasta convertirse en un material seguro y sin mal olor que puede dejarse secar y utilizarse como un potente fertilizante para plantas y sembradíos.