Beneficios de tener una terma a gas
Contar con agua caliente en casa más que un lujo, es una necesidad; sobre todo en los meses de invierno. En el mercado hay varias alternativas, como la terma a gas que ofrece agua caliente ilimitada y a bajo costo. Atrás quedaron los tiempos en los que la única opción viable era instalar una ducha eléctrica precaria y peligrosa, que además consumía montones de energía eléctrica; las termas a gas son un mundo aparte y ofrecen una serie de ventajas y beneficios para el consumidor final.
¿Cómo funciona una terma a gas?
El funcionamiento de las termas a gas es bastante simple. En el interior del aparato hay un tubo delgado de cobre que pasa por encima de una serie de fogones o llamas que se encargan de calentarla en el momento en que pasa. Cuando se abre la llave del agua caliente, se acciona un mecanismo que regula el paso de gas de la terma, haciendo que suba la intensidad de las llamas, así que se calienta con mucha rapidez y circula a través de la tubería.
Este mecanismo de las termas a gas ofrece una gran cantidad de ventajas, pero también tiene puntos de mejora. Por ejemplo, el funcionamiento de la terma dependerá del caudal de agua que se perciba. Asimismo, requiere instalación especializada.
Ventajas de una terma a gas
Ahorro energético
El consumo energético de las termas de gas es muy reducido cuando se compara al de las termas eléctricas. Al encenderse sólo en el momento puntual en el que se requiere el agua caliente, el consumo energético se limitará a esos momentos, a diferencia de las termas eléctricas, que se mantienen siempre encendidas y consumiendo electricidad para mantener el agua almacenada a una temperatura constante.
Agua caliente ilimitada
Las termas eléctricas tienen sus ventajas, pero si compartes la vivienda con una familia extensa, sabrás que el agua caliente de estas se termina en un santiamén y hay que esperar un buen rato para que vuelva a alcanzar la temperatura adecuada. Con las termas a gas este es un problema del pasado, pues como el agua se calienta de inmediato a medida que pasa por el aparato, tienes toda el agua caliente que requieras, sin tener que esperar demasiado o limitar su consumo.
Son eficientes
Las termas a gas son aparatos seguros, fáciles de manipular y que cumplen con su cometido. Hacen su trabajo sin mayor intervención, de forma segura y rápida. Abres la llave y a los pocos segundos podrás disfrutar de agua caliente ilimitada y constante.
Ocupan poco espacio
Las termas eléctricas suelen ocupar bastante espacio, pues funcionan con un tanque que almacena agua y que se calienta a determinada temperatura antes de distribuirse por la tubería. Las termas a gas no requieren de tanques para almacenar el agua, así que tienen un tamaño mucho más discreto y sencillo, sin que esto afecte su potencia. Es más fácil ubicarlos y no arruinarán la decoración de tus espacios.
Son más ecológicos
Las termas a gas que funcionan con GNV (gas natural) tienen una gran eficiencia energética. Este tipo de combustible es muy limpio y amigable con el medio ambiente, no produce gases residuales nocivos ni contamina. Usar una terma a gas reducirá considerablemente tu huella de carbono.
Si bien las termas a gas tienen muchas ventajas, el sistema de calentamiento de agua siempre debe responder a las necesidades particulares de cada hogar y familia. Quizá para algunas personas el costo de instalación del sistema de tuberías de gas no se justifica, así que una terma de acumulación puede ser lo más adecuado, pues tiene una instalación mucho más sencilla. Si la familia es realmente numerosa, entonces la terma a gas puede ser lo más conveniente, pero si es una persona que vive sola o en pareja pues la terma de acumulación es ideal. Siempre evalúa estas variables antes de decidirte por un sistema u otro.